martes, 22 de septiembre de 2015

¿Hacia una renovación de las conversaciones de paz? Promisorias brisas al iniciarse el nuevo año hebreo 5776

Lic. Samuel Leillen - El presidente de Estados Unidos anunció que una vez sancionado el acuerdo con Irán, dará prioridad al conflicto israelí-palestino; el Presidente de Israel se refirió a que "estamos destinados a compartir este territorio"; el Primer Ministro israelí recalcó repetitivamente que está dispuesto a volver a las negociaciones en cualquier lugar sin condiciones previas; el Presidente de la Autoridad Palestina promueve una reorganización interna para enfrentar épocas definitorias.
Antecedentes
Para presentar la publicación de un compendio de ensayos académicos en cuanto a conflictos en diversos escenarios del planeta, editado por los investigadores Gilead Sher – jefe de equipos negociadores israelíes en varias oportunidades - y Anat Kurtz, jefa de Investigación del INSS – Instituto de Estudios de la Seguridad Nacional, se realizaron dos mesas redondas: una de carácter comparativo analizando dos casos: las experiencias de las tratativas entre el Gobierno Turco y los disidentes kurdos del PKK – que de tratativas pasaron a enfrentamientos sangrientos – y los intentos de cese del fuego después de la operación "Uvas de Ira" de Israel contra el Líbano en 1996; la segunda mesa redonda delineó recomendaciones en cuanto a los mecanismos a utilizar ante la posible renovación de conversaciones entre israelíes y palestinos.
El libro procura convertirse en una fuente de consulta para políticos, negociadores, mediadores dedicados a delinear soluciones a conflictos complejos con gran número de víctimas y prolongados períodos de sufrimiento, ofreciendo reseñas que pueden orientar en cuanto a los desafíos y los dilemas de seguridad nacional.

Conversaciones de "paz" o de "entendimiento"
En su salutación de apertura, el Prof. Itamar Rabinovich, ex Presidente de la Universidad de Tel Aviv y jefe de la delegación israelí a las conversaciones de paz con Siria en 1996, destacó que generalmente se señala el año 1973 – ¡ya pasaron 42 años! – como fecha del comienzo del proceso de paz entre Israel y los palestinos y el mundo árabe. 

Ese proceso tuvo variados matices, múltiples conferencias internacionales, complejos métodos de funcionamiento – directos, indirectos, con/sin mediadores, observadores, bilaterales, multilaterales, etc. Por ejemplo, en las tratativas de cese de fuego de la operación "Uvas de Ira", 1996, participaron 5 países – USA, Francia, Israel, Siria, Líbano, y como si esto no fuera suficiente para dificultar las conversaciones y complicar su desarrollo, el lado israelí estaba representado por diversos organismos gubernamentales y militares que no siempre coincidían en sus puntos de vista: la Comandancia Norte, los asesores jurídicos, cancillería, etc.
Desde el principio existió el problema "semántico": Israel quiso denominarlas "tratativas de entendimiento", pero resulta que en inglés se debería utilizar el término "settlement agreement", homónimo de "asentamiento" lo que daría un colorido distinto a las circunstancias, y así se llegó al rótulo general de "conversaciones de paz".

Se destacaron tres componentes críticos:
Liderazgo - Siempre fue fundamental la figura del líder de turno. Dadas las implicaciones de toda sugerencia a considerarse - políticas, militares, económicas, ideológicas, internacionales - las cualidades personales del liderazgo nacional resultan críticas para la posibilidad de avance;
Directo / indirecto - Siempre serán preferibles las conversaciones directas, sin mediadores ni intermediarios, para agilizar los procesos, evitar malos entendidos, limitar la difusión inoportuna de detalles, etc.;
Presencia estadounidense - La participación estadounidense siempre fue importante, pero desde que EEUU pasó a ser mediador se complicaron las cosas: hay sí que preservar el carácter y la técnica de conversaciones directas, sin necesidad de excluir a los norteamericanos como factor acompañante de los procesos, prefiriendo su participación específica en las etapas finales de las tratativas para reforzar iniciativas con participación económica, respaldo militar, anuencia política internacional, etc.

¿Probabilidades?
Durante los últimos días, en diversas oportunidades, el primer ministro israelí Biniamín Netanyahu aseguró estar dispuesto a retomar las negociaciones de paz y hablar con el presidente palestino, Mahmoud Abbás, en el lugar que sea y “sin condiciones previas”.
Por su parte, el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbás, al iniciarse el presente mes, anunció su renuncia, aparentemente destinada a introducir cambios de liderazgo y así fortalecer la representación palestina sumergida en una paralizante crisis interna. 
Fuentes diplomáticas en Jerusalén aseguraron que el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, ya se ha reunido con el encargado de negociaciones israelí, el ministro del Interior Silvan Shalom, para evaluar las posibilidades de reiniciar las negociaciones, virtualmente congeladas.

Desafíos

La segunda mesa redonda fue hábilmente conducida por el periodista Shimón Schiffer, del periódico "Yediot Ajronot", quien analizó la función de los medios de comunicación en circunstancias de conversaciones de paz, considerando que ellos deben recibir información y se supone que sabrán aplicar inteligentes criterios para determinar qué cómo y cuándo se publica. Luego formuló diversas inquietudes solicitando la opinión de los panelistas:


¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el liderazgo?
¿Quiénes deben ser los participantes de los equipos negociadores?

¿El derecho del público a saber es ilimitado?

¿Son preferibles tratativas secretas o abiertas?
¿Los medios de comunicación ayudan o complican?
El Sr. Shabtay Shavit, ex jefe del Mosad 1989-1996, consideró que las generaciones pasadas eran muy conservadoras, de aquí que el "secreto" era parte integral de todo tipo de tratativas:
era definitivamente claro que tratativas con el enemigo no son tema de plebiscito – la publicidad de detalles parciales podría hacer fracasar las iniciativas.
Por ejemplo, las negociaciones de Oslo fueron completamente secretas, participaron un ministro – Shimon Peres – y un vice ministro - Yossi Beilin -, pero ni el gabinete ni los servicios de inteligencia tenían conocimiento de los avances, a pesar que este procedimiento pudiera padecer de "inconstitucionalidad".
Generalmente las tratativas con los palestinos fueron multilaterales, pero ahora tenemos la posibilidad de avances bilaterales acompañados de entendimientos con los países árabes moderados – sin la presencia de países occidentales que no siempre contribuyeron a avances significativos. No olvidemos que es de interés israelí solucionar no solo el conflicto con los palestinos, sino también integrarnos plenamente a la región. 
El General ® Danny Yatom, ex Jefe del Mosad 1996-1998, destacó que el liderazgo está comprometido a llevar adelante sus iniciativas pero también debe cumplir con las promesas emitidas durante la campaña electoral que lo llevó al poder. Y si resulta que deben introducirse novedades o cambios, se requiere completa honestidad anunciando las razones de los cambios. 

Como ejemplo, recordó que Itzjak Rabin señaló que él "se había comprometido a no ceder un palmo en la meseta del Golán y que las concesiones serían mínimas", pero entendió que la realidad impone renuncias de importancia y por lo tanto anunció que "de lograrse algún entendimiento recurriría a un referéndum para que el pueblo juzgue y determine".
Esto no significa que todos los detalles de las tratativas deben ser llevados a conocimiento del público, y es lógico que parte de ellas sean absolutamente secretas – dando el ejemplo que el documento de paz a firmarse con el Rey de Jordania no fue llevado por Rabin, primer ministro, a conocimiento del canciller Shimon Peres, hasta después de la ceremonia de firma.
Es imprescindible que volvamos a las negociaciones, preferiblemente regionales, sin necesidad que todos los participantes estén siempre presentes en las salas de sesiones. También los encuentros deben ser bilaterales, cuando en "la sala contigua" se encuentran negociadores de los países moderados que participarán en los fragmentos correspondientes. La base de las conversaciones debe ser el Proyecto de Paz Árabe del 28.3.2002, que fue apoyado por todos los países musulmanes – y de esta manera se lograría que 55 países establezcan relaciones diplomáticas con Israel – es de suponer sin Irán ni Siria.
Dr. Yehuda Ben Meir, ex canciller y asesor de Menajem Beguin para asuntos de negociaciones, señaló que nuestro régimen democrático es representativo, pero no es imprescindible que todos los detalles estén plenamente especificados en las plataformas electorales. 
Es de general conocimiento que la ley israelí prohibe a los ciudadanos entrevistarse y entablar conversaciones con algún representante del enemigo, siendo estas atribuciones propias del gabinete gubernamental. Como ejemplo se recordó que durante las conversaciones secretas en Marruecos, sabiendo Menajem Beguin que se está por devolver a los egipcios el territorio íntegro de la península de Sinai, no actualizó al Ministro de Defensa Ezer Weitzman.
El Dr. Ben Meir consideró que sólo en forma secreta se pueden iniciar y adelantar tratativas que tal vez puedan alcanzar logros operativos, como lo fueron los acuerdos de paz tanto con Egipto en 1979 como con Jordania en 1994 y las conversaciones de OSLO en la primera mitad de los años 90.
Cnl. ® Udy Dekel, INSS, redactor del borrador de las propuestas israelíes para una solución completa del conflicto, se refirió al acompañamiento de las Fuerzas Armadas en las conversaciones internacionales. El ejército está muy bien preparado para acompañar activamente al gobierno en todo proceso político destinado a concertar entendimientos de paz, y es natural que la personalidad del Comandante en Jefe puede ser decisiva en determinadas etapas. Puntualizó que durante las tratativas con Líbano de 1983 y la conferencia de Annapolis de 2007, él estuvo presente como representante de Tzáhal, y a pesar que la opinión pública no sabía que funcionaban esos carriles de tratativas, se registraron 300 reuniones sin interferencias mediáticas.
En cuanto a la continuidad de las conversaciones, hay un sector de la opinión pública que considera preferible preservar el status quo y que debemos aguardar que se asienten los apasionados intentos de cambios que sacuden a los países vecinos, pero esto será un grave error: existiendo la oportunidad de respaldo de países moderados de la región, debemos cuidar de no perder la opción.


http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Opinion/67261/

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