El discurso de Netanyahu en el Congreso de los Estados Unidos

Mi Enfoque #546, Marzo 4, 2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

Ayer, 3 de marzo del 2015, Benjamín Netanyahu dio por tercera vez en su carrera política un discurso al Congreso de Estados Unidos, igualando así el record de Winston Churchill.

Hay una frase, originada del fútbol, que los comentaristas utilizan en el Perú: "¡Gol de media cancha!" cuando quieren describir algo que es espectacular. No hay duda de que esa frase se aplica al discurso de Netanyahu, premiado con decenas de aplausos y aclamaciones de los congresistas.

Netanyahu había sido advertido por miembros de la administración de Obama que si revelaba los detalles del acuerdo que Obama quiere firmar con Irán, un acuerdo que, en las palabras de Netanyahu, "no evitará que Irán se arme de bombas nucleares sino que garantizará que las tendrá en diez años", esto sería considerado por Obama como un acto de traición. Netanyahu elegantemente evadió caer en la trampa tendida, diciendo que todos los puntos del infeliz acuerdo se pueden encontrar utilizando Google.

Susan Rice, alta funcionaria de Obama, había dicho que "el discurso de Netanyahu destruirá las relaciones de amistad de los Estados Unidos con Israel". El calor y el afecto demostrado por los congresistas a Netanyahu y a Israel, confirmados por los comentarios de hoy de la gran mayoría de los periódicos americanos, prueban la falsedad de esa declaración.

Netanyahu tuvo el gesto magistral de mencionar la presencia en el publico de Eli Wiesel, sobreviviente del Holocausto y Premio de Paz de 1986. Sin decirlo explícitamente, en forma subliminal, al presentar a Eli Wiesel, Netanyahu logró comparar el Holocausto nazi con el Holocausto que Irán está preparando.

Netanyahu dijo claramente que la solución a un mal acuerdo no es guerra con Irán sino la firma de un buen acuerdo que evite que Irán, en diez años, tenga la bomba atómica.

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Por supuesto que no faltaron los que han criticado el discurso de Netanyahu diciendo "No ha dicho nada nuevo". Es cierto, todo lo que dijo lo ha dicho antes, pero es su obligación, al ser responsable de la seguridad de seis millones de judíos que viven en Israel, repetir y repetir y repetir una vez más, aunque esto le canse y aburra a sus opositores, que el acuerdo que Obama parece decidido a firmar con Irán es una repetición del Acuerdo de Munich que Chamberlain firmó con Hitler.