El antisemitismo de ayer y de hoy en el Islam
Mi Enfoque #347, Diciembre 24, 2010, por David Mandel, www.mandeldavid.com
Mahoma, cuando llegó a la conclusión de que era el Profeta de Dios, trató de conseguir que las tribus judías de la región, aceptasen su auto-descripción. Los judíos no lo aceptaron como profeta, y Mahoma tuvo enfrentamientos militares contra ellos en los cuales triunfó y masacró a los derrotados.
Debido a que los versos del Corán fueron escritos en distintas épocas de la vida de Mahoma, algunos son favorables a los judíos y otros son todo lo contrario. En el Siglo 7 los árabes conquistaron el Medio Oriente e islamizaron a la mayoría de los habitantes. Los judíos llevaban más de mil años viviendo en lo que hoy es Siria, Irak, Persia y Turquía, desde el Siglo 6 AEC cuando los babilonios destruyeron Jerusalén y exilaron a los judíos. Los musulmanes toleraron su existencia y también la de la minoría cristiana, pero los consideraron dhimmis,ciudadanos de segunda categoría sin derechos políticos, y con obligación de pagar un impuesto especial, llamado jizya. A diferencia de los cristianos, que tenían tras ellos países con poderosos ejércitos, las minorías judías estaban desamparadas e indefensas, por lo cual los judíos eran tratados con desdén y desprecio y considerados cobardes y de poca importancia.
Debido a que los musulmanes no creen que Jesús fue hijo de Dios y tampoco creen en su crucifixión y resurrección, no existía entre ellos un antisemitismo similar al que reinaba en los países cristianos, basado en el odio religioso a los judíos ni la acusación de pueblo deicida.
Fue durante el Siglo 19, cuando las potencias europeas convirtieron a los territorios árabes en colonias que se introdujo el antisemitismo europeo, con las acusaciones clásicas religiosas y las políticas basadas en el infame panfleto Los Protocolos de los Sabios de Sion, que hoy es uno de los libros más publicados en el mundo árabe.
Los árabes, cuando las Naciones Unidas decretaron en noviembre de 1947, la partición del Mandato Británico, expresaron su convencimiento de que la masacre que ellos harían de los judíos de Israel sería histórica y dejaría pequeña a la masacre de los mongoles. Su sorpresa fue enorme cuando los 600,000 judíos que vivían en Israel, incluyendo mujeres, niños y ancianos, derrotaron a los seis ejércitos árabes invasores.
La imagen mental que, durante siglos, tenían los musulmanes acerca de los judíos (un pueblo despreciable y cobarde) no correspondía a los hechos, y fue sustituida por un antisemitismo originario en Europa y adoptado por los árabes. Hoy las librerías en los países musulmanes están llenas de libros donde se habla del poderío judío, del dominio judío de la política y finanzas mundiales. Paradójicamente, los árabes, la mayoría de los cuales fueron simpatizantes de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, hoy llaman "nazis" a los israelíes.
El antisemitismo religioso europeo, que fue reemplazado primero por un antisemitismo económico, luego racista y hoy se expresa como anti-sionismo, ha sido adoptado con gran entusiasmo por los árabes. En Jerusalén, el Sheik Khaled al-Mugrabi, dio hace poco tiempo un sermón en la mezquita Al Aksa en el cual acusó a los judíos de asesinar a niños no judíos, y utilizar su sangre para confeccionar la matzá que se come en la Pascua Judía. Según este clérigo, esa fue la causa del Holocausto: los cristianos mataron a los judíos para evitar que sus niños fueran utilizados como ingrediente de la matzá. Demostrando que su erudición no se limita a temas religiosos, al-Mugrabi añadió que los judíos fueron culpables del ataque del 11 de setiembre a las Torres Gemelas.
El Centro Wiesenthal envió una carta de protesta al Rey Abdalla de Jordania y al Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. No se ha recibido respuesta.
Yo aconsejaría a los del Centro Wiesenthal que esperen sentados para no cansarse.
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