La primera víctima de la guerra

Mi Enfoque #574, 26 de octubre,  2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

El dramaturgo griego Esquilo lo dijo hace 2,500 años: "la primera víctima de la guerra es la verdad". Esto lo han demostrado los palestinos mil y una veces. El odio que inculcan a su juventud, odio que llega a extremos patológicos, es fundamentado con campañas de calumnias, mentiras, acusaciones falsas y libelos plagiados de la Edad Media, (e.g. los israelíes envenenan los pozos de agua). 

La acusación de que los israelíes (i.e. los judíos) quieren apoderarse del Monte del Templo para, en la frase de Mahmoud Abbas, "profanarlo con sus pies sucios" es una infame y absurda calumnia, cuyo resultado ha tenido el éxito que esperaban los dirigentes palestinos: decenas de atentados, algunos fatales, en los cuales los terroristas palestinos usan cuchillos, piedras, bombas Molotov y vehículos para matar judíos indiscriminadamente. No les interesa el sexo de su víctima (da lo mismo que sea hombre o mujer). No les interesa la edad (entre las víctimas hay desde un niño de dos años de edad hasta una anciana septuagenaria). No les interesa donde viven sus víctimas, (en asentamientos o en ciudades como Raanana y Beersheba en el corazón de Israel). La ideología política de sus víctimas no les hace diferencia, con el mismo entusiasmo acuchillan a izquierdistas que apoyan la causa palestina como a derechistas que se oponen al establecimiento de un Estado palestino). El único criterio que los acuchilladores utilizan para escoger a sus víctimas es que sean judíos.

La calumnia del Monte del Templo propagada por Mahmoud Abbas y sus secuaces no fue inventada por ellos. Se limitan a reciclar la falsa acusación de que los judíos quieren apoderarse de la mezquita Al Aqsa, libelo inventado en 1928 por el Gran Mufti Mohammed Amin al-Husseini (ver articulo abajo) en 1929, y utilizado por él para incitar a las turbas musulmanas a golpear y apedrear a los judíos que rezaban ante el entonces llamado "Muro de los Lamentos", hoy denominado "Muro Occidental". Al igual que la reciente petición de los palestinos a la UNESCO, en el año 1928 los musulmanes pidieron a las autoridades británicas que les confirmen sus derechos sobre el Muro Occidental, incluyendo el pequeño espacio donde rezaban los judíos. Piedras y ladrillos caían "accidentalmente" sobre los devotos, los árabes escogían conducir a sus mulas al lado del Muro, y los muecines en las mezquitas vecinas llamaban a sus fieles con altoparlantes al máximo de volumen para molestar los rezos de los judíos.

La campaña de incitación culminó en agosto del 29 con masacres de judíos, la mayoría de los cuales no eran inmigrantes sionistas sino judíos que, desde muchos siglos antes, residían en Hebrón, Safed, Tiberias y Jerusalén.

En el mes de setiembre de 1996 Israel abrió una puerta de salida de un túnel arqueológico que va paralelo al Muro Occidental en su lado exterior, a una distancia de más de 200 metros de las mezquitas. Arafat acusó de que la apertura de la puerta y el túnel amenazaban los cimientos de la Mezquita y habían causado rajaduras. Por primera vez, desde la firma del Acuerdo de Oslo, policías palestinos dispararon contra israelíes. Murieron 52 palestinos y 14 israelíes.

Mahmoud Abbas, al notar que los medios de comunicación han perdido interés por los palestinos, y hoy se concentran en la guerra de Siria y en los emigrantes musulmanes a Europa, y que su gesto de izar la bandera palestina en el edificio de las Naciones Unidas ha pasado desapercibido, decidió utilizar la misma calumnia que sus predecesores, el Gran Mufti y Arafat, habían utilizado anteriormente, para producir titulares en los periódicos.

A pesar de que muy pocos israelíes visitan la explanada del Templo (sólo 12,000 judíos en todo este año comparado a 4 millones de musulmanes y 200,000 cristianos) debido a que los ultra ortodoxos temen pisar por error el lugar donde estaba el Santo Santuario, y que los seculares no tienen interés, los dirigentes palestinos acusan a los judíos de querer apoderarse de la Explanada del Templo.

A pesar de que la policía israelí prohíbe a los judíos rezar en la explanada, aún si lo hacen silenciosamente moviendo los labios, los dirigentes palestinos acusan a los judíos de querer apoderarse de la Explanada del Templo.

A pesar de que Netanyahu ha repetido hasta el cansancio que Israel no modificará el status quo, y ha prohibido a los parlamentarios visitar la explanada, los dirigentes palestinos acusan a los judíos de querer apoderarse de la Explanada del Templo.

Abbas denunció histéricamente que los israelíes quieren apoderarse de la explanada del Templo y destruir las mezquitas, y que es necesario defenderlas. Esta fue la luz verde que esperaban los terroristas para atentar contra cualquier judío que estuviese cerca.

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