Los militantes y las armas de Hezbollah están sistemáticamente integrados en áreas civiles y centros de población urbana. Cientos de depósitos de armas, miles de militantes y decenas de miles de cohetes se distribuyen solo por todo el sur del Líbano, una zona caracterizada por su densa población chiíta.
Como una parte establecida de la doctrina militar de Hezbolá, los pueblos chiítas están diseñados para servir como campos de batalla. Los puestos de comando y control se encuentran en el corazón de centros civiles bien protegidos, generalmente cerca de instalaciones públicas vitales o sensibles, como escuelas, hospitales y mezquitas. Miradores, depósitos de armas, francotiradores y fuerzas terrestres se extienden por las carreteras principales de cada aldea, listos para reaccionar ante cualquier intento de infiltración.
En julio de 2017, se descubrieron dos complejos militares de Hezbolá en aldeas libanesas, uno con un almacén de armas ubicado a unos 110 metros de distancia de dos mezquitas. Del mismo modo, los puestos de tiro, los sitios de lanzamiento de cohetes y los puntos de reunión de combatientes están ubicados a propósito en medio de áreas pobladas. Hezbollah también ha excavado una red de túneles subterráneos debajo de casas y estructuras civiles para permitir que sus combatientes se muevan libremente entre los puestos. Por lo tanto, Hezbollah ha convertido su integración dentro de la población en una ventaja estratégica, de una forma que es ilegal, inmoral y que a sabiendas puede llevar a la muerte de civiles inocentes.
Fuente: IDF
https://nombredeisrael.wordpress.com/2018/02/08/documentando-el-uso-de-escudos-humanos-por-parte-de-hezbolah/