El avispero jordano que preocupa a Israel
Por José Ignacio Rodriguez Cancio
Príncipe Hamzah y la princesa Noor - Foto: Balkis Press/ABACA via Reuters
El conflicto surgido en la monarquía jordana, de aparente carácter familiar, tiene posibilidades de extenderse por todo Oriente Medio.
Las noticias que nos van llegando puede que estén filtradas. Todo parece indicar que el enfrentamiento entre el rey Abdullah II y su hermanastro, el príncipe Hamzah no va a terminar en tablas. El príncipe Hamzah ha sido puesto en una especie de cuarentena, arresto domiciliario, limitando su capacidad de comunicación con el exterior.
Las demostraciones de estar teóricamente más cerca del pueblo jordano del príncipe Hamzah han distanciado más aun al rey Abdullah II del pueblo que regenta. Las contrastadas afirmaciones de Hamzah sobre el nivel de miseria que soporta el pueblo jordano son reales. Unas afirmaciones que han sido interpretadas como un complot contra rey Abdullah II.
En el índice anual de los países con mayores niveles de pobreza publicado en 2020, que toma como base el estudio realizado por el profesor de economía Steve Hanke, sitúa a Jordania entre unos de los países con mayores niveles de miseria. En realidad, no hace falta hacer un estudio de indicadores macroeconómicos para saber que la vida en Jordania es mísera para la mayoría de sus habitantes.
El avispero jordano empieza a zumbar con fuerza removiendo a los zánganos de la colmena que solo pueden batallar por la subsistencia. La miseria galopante en Jordania contrasta con la opulencia real, nunca mejor dicho, de su casta gobernante. Una miseria repartida equitativamente entre los más pobres que luchan cada día por salir del avispero en el que se ha convertido Jordania.
La preocupación de Israel es lógica por mucho que las autoridades jordanas se esfuercen en publicar que no pasa nada y que todo está bajo control. La extensa línea fronteriza entre Israel y Jordania, en la que personalmente he estado, puede pasar de una aparente calma a un estallido de violencia de no resolverse la situación de forma incruenta. ¿Tanto puede afectar un aparente conflicto familiar? Si realmente fuera un conflicto familiar no habría intervenido toda la clase dirigente jordana, el estamento militar y el resto de los países árabes de la zona que se han dado prisa en mostrar su apoyo al rey Abdullah II.
La filtración de noticias tal vez solo las pueda romper el príncipe Hamzah que ya ha dicho públicamente que no va a obedecer quedarse encerrado, no poder tuitear y no comunicarse con la gente. Las avispas están nerviosas.
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