De pelicula, es verdad aunque usted no lo crea
Una historia de espías al estilo de The Americans
Tracey Foley y Donald Heathfield eran dos espías rusos en operaban en Estados Unidos. Pero fueron arrestados y deportados en 2010. Su historia inspiró la serie The Americans. Ahora sus hijos quieren recuperar la nacionalidad que perdieron.
Cristina Cifuentes
15 de mayo del 2016 / 04:00 Hrs
Tracey Foley y Donald Heathfield vivían con sus dos hijos -Tim y Alex- en la localidad de Cambridge, Massachusetts como un típico matrimonio en Estados Unidos. De nacionalidad canadiense, ella era un agente inmobiliaria y él tenía una consultora. Sin embargo, su vida era una farsa: en realidad eran espías rusos.
La pareja, Elena Vavilova y Andrey Bezrukov, eran ciudadanos de la ex Unión Soviética entrenados por el KGB y enviados como “ilegales” (nombre que reciben los espías) a Canadá para crear una vida ficticia y de ahí espiar en Estados Unidos. Sus identidades las robaron de dos niños canadienses muertos.
Ambos fueron detenidos por el FBI en 2010, como parte de la Operación Historias Fantasmas que identificó a 10 espías que trabajaban para el Servicio ruso de Inteligencia Extranjero (SVR) en Estados Unidos. Después de declararse culpables, fueron llevados a Viena e intercambiados por cuatro rusos que habían sido detenidos en Moscú por espionaje.
Ahora son sus hijos los que también están viviendo en Rusia y que por estos días libran una batalla legal por recuperar su ciudadanía canadiense, ya que ellos no habrían estado al tanto de la verdadera profesión de sus padres. “Primero y sobre todo soy canadiense”, dijo en su declaración jurada citada por el diario canadiense National Post, Timothy Vavilov, el mayor de los hijos de la pareja, que está siendo acusado por la inteligencia canadiense de ser un agente ruso. “Viví 20 años creyendo que era canadiense y todavía lo creo, nadie puede cambiar eso”.
La historia de Tim y Alex inspiró la serie estadounidense de TV The Americans, que se trata sobre una pareja de agentes del KGB que vive en Estados Unidos durante los 80 y que también tiene dos hijos, que desconocen lo que hacen sus padres.
En una entrevista con el diario británico The Guardian, Timothy señaló que sus padres disfrutan de la serie y que les recuerdan los días en que trabajaban como agentes de la inteligencia rusa.
El FBI sabía que Tracey Foley y Donald Heathfield eran espías rusos, por lo que se encontraban bajo vigilancia. Eso sí, el periódico señala que no existe claridad de las razones por las que decidieron arrestarlos en 2010. Es decir, si fue para prevenir que obtuvieran información importante o porque ya la habían conseguido.
Gran parte de la controversia con Timothy y Alexander es si ellos sabían de la ocupación de sus progenitores. De acuerdo a un artículo del diario estadounidense The Wall Street Journal, tanto Foley como Heathfield estaban planeando involucrar a sus hijos para que se convirtieran en agentes. “Niños que hayan sido nacidos y criados en Estados Unidos son más valiosos para el espionaje que sus padres debido a que crecieron en ese país, por lo que es más probable que sorteen las revisiones de antecedentes del gobierno estadounidense”, señaló el diario, citando a funcionarios estadounidenses.
Al ser consultado por The Guardian, Timothy negó esta versión. “¿Por qué un joven que creció creyendo que era canadiense, decide arriesgar su vida en prisión por un país en el que nunca ha estado o con el que no tiene ningún lazo? Incluso más: ¿por qué mis padres tomarían un riesgo similar al decirle a sus hijos adolescentes sus identidades?”, señaló.
En el artículo se sostenía que uno de los hijos le había pedido a sus padres seguir sus pasos e incluso haber realizado un saludo a la Madre Rusia. Algo que también ha sido negado. En todo caso, antes de ser arrestados la familia tenía planeado un viaje a Francia, Rusia y Turquía que -han insistido- se trataba de vacaciones. Incluso los jóvenes tenían sus visas listas. “Fue más bien mi idea ir a Rusia. Teníamos un mapa del mundo en la casa y cuando mirabas los alfileres que indicaban los lugares a los que habíamos ido, se podía ver que habíamos visitado casi todos lados, excepto Rusia. Así que estaba muy curioso y había presionado para ir allí. Era un viaje de verano”, dijo Timothy a The Guardian.
Los jóvenes recuerdan la relación que tenían con sus abuelos, a quienes sólo vieron un par de veces en viajes que realizaron a Europa. En ese momento no les llamó la atención que no hablaran inglés. Esto pese a que sus padres les habían dicho que vivían en Toronto.
http://www.latercera.com/noticia/mundo/2016/05/678-680791-9-una-historia-de-espias-al-estilo-de-the-americans.shtml
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