Israel está envuelto en una nueva guerra

Mi Enfoque #535. Diciembre 20, 2014, por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

El título de este artículo no se refiere al mortero que Hamás disparó hace un par de días a Israel sin provocación, posiblemente para celebrar que la Corte de Justicia Europea borró su nombre de la lista de organizaciones terroristas.

El ataque con el mortero era previsible después de los disparos que Hamás hizo en dirección al mar para probar sus nuevos modelos de cohetes, y sus nuevas amenazas de exterminio de Israel.  

El título tampoco se refiere a la reacción de Israel que bombardeó ayer instalaciones de Hamás, por lo cual probablemente será una vez más blanco de críticas internacionales por no cumplir con la enseñanza cristiana de dar la otra mejilla (lo cual ningún Estado de mayoría cristiana ha puesto en práctica en el curso de los últimos dos mil años).

La guerra a la que me refiero es contra el virus Ébola, un enemigo terrible que no distingue entre negros y blancos, entre musulmanes y cristianos, entre judíos y árabes. La epidemia de Ébola ha afectado ya a más de 10,000 personas en África, de las cuales la mitad han muerto.

Israel se ha comprometido a donar 8.75 millones de dólares para el fondo de la ONU en la lucha contra el Ébola. Per cápita esto hace que Israel sea el mayor donante. En números absolutos Israel está en el sexto lugar.

En el mes de noviembre Israel envió tres hospitales de campaña a los Estados africanos afectados por la epidemia.

Espero que la reacción de la gente que no tiene simpatía a Israel no sea la misma que tuvieron en el año 2010. En esa ocasión Israel, el primer país que envió un hospital de campaña a Haití para tratar a las victimas del terremoto, fue acusado de que su intención era cosechar órganos humanos para venderlos.