sábado, 26 de noviembre de 2016

El Enemigo de un árabe es otro árabe

Por Daniel Levi

Existe un Hadiz muy popular en el Islam que reza así: Mahoma dijo:
“El día del juicio no llegará hasta que ustedes luchen contra los judíos y los maten. Los judíos se esconderán detrás de las piedras y árboles. Y las piedras y los árboles dirán, ¡Oh, musulmán!, Oh, sirviente de Alá, hay un judío detrás de mí. Ven y mátalo”, este Hadiz que se pregona en toda mezquita y que ha servido en estas últimas décadas como lema para imanes y autoridades políticas tan sólo para mostrar al mundo árabe y musulmán que Israel y los judíos son sus verdaderos enemigos.

Pero en honor a la  verdad y a los hechos, ¿quién es el verdadero enemigo del pueblo árabe? ¿Lo es el Sionismo y judaísmo? ¿El cristianismo? ¿Occidente? ¿Israel? ¿Estados Unidos?... la respuesta es No, un rotundamente No, ya que el verdadero enemigo del pueblo árabe es otro árabe.

Es muy conocido el odio milenario que existe entre islamitas Sunitas e islamistas Chiítas, odio que termina con atentados perpetrados incluso a mezquitas de uno u otro bando, asesinatos en bodas y guerra entre países en que la mayoría son de una Sharia distinta.

Pero no es necesario trasladarnos miles de años atrás en la historia del odio panarábigo, basta tan solo unas décadas atrás cuando en 1980 estalló la Guerra entre Irak e Irán, la razón es que Irak estaba preocupado por la propaganda religiosa dirigida desde la nueva República Islámica de Irán con el ayatolá Ruhollah Jomeini al frente, contra el régimen baazista laico de Bagdad, y especialmente temía perder la lealtad de sus súbditos chiíes.

En1990 Irak invade Kuwait y ataca a Arabia Saudita, la razón: el petróleo.  Países hermanos enfrentados por la codicia del “oro negro”, recurso que abunda en estas 3 naciones, pero también por temas religiosos, Irak es partidaria de una Sharia chiita mientras que Los Saudíes quieren  que el califato estuviese basado en la tradición Wahabí (Salafi).

Pero no fue hasta la primavera árabe en el 2010 donde se mostró la verdadera careta del odio entre árabes. Los enfrentamientos en el Sahara Occidental, inicialmente en el campamento saharaui de Agdaym Izik y más tarde en El Aaiún y otras localidades, tuvieron lugar el 8 y el 9 de noviembre de 2010 entre las fuerzas de seguridad de Marruecos y saharauis acampados en Agdaym Izik, una zona desértica a unos 16 kilómetros al sureste de El Aaiún, capital del Sahara Occidental, ciudad en la que también tuvo lugar un levantamiento saharaui al conocerse el asalto a Agdaym Izik y la intervención de las fuerzas marroquíes. A finales de noviembre del mismo año se sucedieron nuevos enfrentamientos en Smara y El Aaiún.

Las cifras de fallecidos, heridos y detenidos fueron confusas, dado que las autoridades marroquíes impidieron la entrada a la zona de la prensa extranjera y a directivos de organizaciones no gubernamentales durante varias semanas.

En Túnez, la población se levantó contra el régimen dictatorial de Zine El Abidine Ben Ali. Quien gobernó el país desde 1987 hasta el 2011, En la actualidad reside en Arabia Saudí, a pesar de haber sido condenado en ausencia por un tribunal tunecino por robo y posesión ilegal de grandes sumas de dinero y joyas, además por violación de los DDHH del pueblo tunecino.

En Egipto, el país tomas las calles del Cairo para protestar contra el régimen dictatorial y militar de Hosni Mubarak, quien gobernó a los egipcios desde 1981 hasta el 2011, en la actualidad cumple condena por el asesinato de 800 egipcios, corrupción, desfalco de dinero y violación de los DDHH.

En Yemen, los yemenitas se levantan contra el régimen dictatorial y militar del Ali Abdullah Saleh, quien gobernó desde 1978 hasta el 2011, hoy en día está exiliado en los EEUU.

En Bahrein, la población se levanta contra la monarquía de Hamad bin Isa Al Jalifa, pero no fue derrocado porque se comprometió donar 1.000 dinares,  aproximadamente unos 2.652 dólares americanos a cada familia y el rey decide liberar a los presos políticos opuestos al régimen.

En Libia, el país toma Bengasi y Trípoli para protestar contra el régimen dictatorial de Muamar el Gadafi, quien gobernó a los libios desde 1969 hasta el 2011, descubriéndose actos de corrupción y muerte de opositores, Gadafi fue asesinado por los revoltosos con apoyo de la OTAN.

Hoy en día en Siria se viene luchando una cruenta guerra civil, que ya va obrando más de 200 000 sirios y millones de desplazados a países vecinos, donde se enfrentan grupos rebeldes de oposición (suníes) contra las fuerzas armadas (alawitas) sirias fieles al régimen dictatorial de Bashar al-Asad quien viene gobernando Siria desde el 2000 tras suceder a su padre, Hafez al-Asad, quien presidió Siria durante 30 años hasta su muerte.

Ahora si tenemos en cuenta que los más viles grupos terroristas son árabes como Al Qaeda, Al Fatah, Hamás, Yihad Islámica, Hezbolah y que atentan también en contra de la misma  población árabe y los gobiernos dictatoriales de turno se sirven de estos grupos para infundir terror y obediencia.

Los únicos árabes que viven holgadamente son los emires, sultanes, jeques, ayatolas, imanes y dictadores, mientras que la población árabe en su gran mayoría vive en la pobreza, analfabetismo y abandono total en temas de salud.

En esta última cumbre de la Liga árabe, realizada en Kuwait el 26 de marzo del 2014, que no contó con la presencia del rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz por los impases diplomáticos con Qatar, siria e Irán, el tema principal no fue la pobreza, ni la educación, ni el analfabetismo, ni la alta tasa de mortandad infantil, ni el buen uso de los escasos recursos naturales, ni siquiera la guerra civil en siria o los refugiados, o la defensa de los derechos humanos. El tema principal es el no reconocimiento del Estado judío de Israel. Pasó inadvertido la condena a muerte de 529 miembros del grupo terrorista de la Hermandad musulmana en Egipto, es que si se un árabe mata a otro árabe es permisible.

Los verdaderos enemigos del mundo árabe son la corrupción de sus líderes políticos y religiosos, la falta de buena educación, la falta de buenos servicios de salud, la falta de libertad, la falta de justicia,  la falta de respeto por la vida humana, y los dictadores del mundo árabe, quienes han utilizado el conflicto árabe -  israelí para oprimir a su propia gente, el odio a Israel es tan solo una vil excusa para desviar la atención popular a sus reales problemas. Las atrocidades de esos dictadores en contra de su propia gente son mucho peores que todas las grandes guerras entre los árabes e Israel.

Israel y el pueblo judío confrontan a los regímenes perversos del medio oriente y todo el mundo árabe, porque ellos ven el progreso israelí en todas las áreas, progreso que ellos son incapaces de duplicar en cada estado árabe, por lo tanto la consigna es desaparecer a este Estado modelo para seguir atropellando los derechos de los inocentes árabes. Un árabe israelí tiene más derechos que un árabe en su país de origen. Existen hoy en día más de 300 millones de árabes en la región, de los cuales 1 millón 600 mil árabes son ciudadanos israelíes, lo que significa que sólo el 0.53% de árabes gozan de libertades democráticas legítimas y ese 0.53% radican en el Estado judío. Este hecho encoleriza a los regímenes árabe – musulmanes.

Israel tiene actualmente los más avanzados complejos de investigación, excelentes universidades, institutos e infraestructura de primera línea. Muchos árabes no saben que la expectativa de vida de los palestinos que viven en Israel es mucho mayor que la de muchos estados árabes, y que disfrutan de una libertad política y social más grande que muchos de sus hermanos árabes. Incluso los palestinos que viven bajo la ocupación israelí en Cisjordania y Gaza tienen más derechos sociales y políticos que algunos lugares del mundo árabe. En Israel las autoridades civiles y religiosas están preocupados por el bienestar y seguridad de sus ciudadanos, mientras que las naciones árabes sus autoridades civiles, militares y religiosas solo buscan su bienestar personal, mientras que aplastan las aspiraciones de su propio pueblo al que representan.

El verdadero enemigo del pueblo árabe No es Israel, el verdadero enemigo del pueblo árabe es otro árabe, corrupto, extremista y fundamentalista.

Redactado para Tikun Olami, Yom jamishi 25 BeAdar Bet del 5774 (jueves 27 de Marzo del 2014)

http://www.tikunolami.org/el-enemigo-de-un-arabe-es-otro-arabe.html

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