¿Conseguirá Rusia arreglar el conflicto entre Siria e Israel?
20:01 18.03.2017
En la noche del 16 al 17 de marzo a las 02:45 (hora local), la Fuerza Aérea de Israel ingresó a territorio sirio con el fin de realizar un ataque en las cercanías de la ciudad de Palmira. Sin embargo, cada país tiene una versión del suceso y de su resultado.
Israel aseguró haber detectado un envío de armas a la organización chií libanesa Hizbulá, razón por la que lanzó el ataque. Además, el Ejército de Israel negó que la seguridad de los aviones de la Fuerza Aérea de Israel se hubiera visto comprometida.
Siria, por su parte, asegura que cuatro cazas de la Fuerza Aérea de Israel violaron el espacio aéreo del país árabe y atacaron una posición de las tropas gubernamentales sirias en el área de la ciudad de Palmira.
El Ejército sirio declaró haber derribado uno de los cuatro aviones sobre los territorios ocupados de los Altos de Golán como reacción al ataque. Además, aseguró que otra aeronave fue alcanzada, pero no abatida, y los otros dos aviones volaron de vuelta a Israel.
Siria calificó el ataque como una violación flagrante del derecho internacional y de la soberanía de su país, además de acusar a Israel de alentar a los grupos terroristas en la región tras sus recientes derrotas en los enfrentamientos con el Ejército de Bashar Asad.
En cualquier caso, Rusia es uno de los países afectados por las tensiones entre los dos países y por la posibilidad de un conflicto directo.
Antes de entrar a participar directamente en la guerra de Siria, Moscú acordó con Tel Aviv y Damasco una serie de reglas para evitar escaramuzas militares entre los Ejércitos de los dos países, explica a Sputnik el politólogo de la Universidad Financiera del Gobierno de la Federación de Rusia, Gevorg Mirzayán.
Este esquema había funcionado perfectamente, pero los recientes encontronazos entre los dos países y el debilitamiento de Daesh ha hecho renacer un conflicto en el que pesan más las fobias y los prejuicios que los argumentos, y Moscú podría ver comprometido el crecimiento de su presencia y su influencia en la región, especialmente una vez finalice la guerra en Siria.
Actualmente la influencia de Rusia en Siria está condicionada por el factor militar, pero una vez termine la guerra, otros factores cobrarán mayor importancia y Moscú podría ser superada en ese caso por otros países.
En ese sentido, considera Mirzayán, el único instrumento de influencia que le quedaría a Moscú es el balance a nivel de política exterior.
"Moscú, como es bien sabido, ha apostado en la política de Oriente Próximo por la creación de un sistema regional de triángulos políticos. Entre la gran cantidad de conflictos bilaterales entre los países de la región (Turquía-Israel, Turquía-Siria, Turquía-Irán, Turquía-Arabia Saudí, Turquía-Egipto, Irán- Arabia Saudí, Irán-Israel, Irán-Catar, Irán-Egipto, Arabia Saudí-Israel, Arabia Saudí-Yemen, Israel-Egipto, Israel-Líbano, etc.) el Kremlin tiene una ventaja: siempre ha apoyado las relaciones buenas o, como mínimo, funcionales entre las partes. Esto permite a Moscú convertirse en el tercer vértice de estos conflictos, dedicarse a buscar la paz entre los otros dos y beneficiarse a nivel político y económico", opina Mirzayán.
Sin embargo, este sistema funciona siempre y cuando la situación no escale hasta un conflicto armado en el que se involucren todos los países de la región. En ese caso, Moscú deberá apoyar a una de las partes o ceder su puesto a otra fuerza para reencontrar el balance.
"Por esa razón el Kremlin, por lo visto, realizará un trabajo educativo con los jefes de Siria e Israel para no permitir que los disparos se conviertan en verdaderos aviones derribados", concluye el experto.
#Siria califica ataque de Israel de una "violación flagrante" del derecho internacional http://sptnkne.ws/dQpJ
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