Israel volvió a perder la guerra mediática

Una vez más, los logros militares del país se ven eclipsados ​​por sus deficiencias en la guerra mediática en el escenario global, ya que carece de una estrategia coherente para llevar a cabo con éxito esta tarea crucial en un momento en que se necesita con tanta urgencia.

Prof. Gabriel Weimann - Adaptado por Leandro Fleischer

Conferencia de prensa de Hamás durante la guerra entre Israel y Gaza en 2014. (Reuters)

Al igual que con todas las operaciones militares recientes de Israel, el gobierno fracasó estrepitosamente en el frente de las relaciones públicas. Como siempre, los logros militares del país se ven eclipsados ​​por sus deficiencias en la guerra mediática en el escenario mundial.

Israel fue bombardeado por miles de cohetes, algunos de los cuales cayeron en su capital, lo que incluso obligó a los legisladores a refugiarse en su propio Parlamento. Los ataques mataron e hirieron a adultos y niños. Sin embargo, seguimos perdiendo la guerra mediática.

A nivel superficial, parecía que estábamos preparados para esto, estableciendo una rama de relaciones públicas oficial solo para este tipo de conflictos.

"El centro se estableció de acuerdo con una decisión del gobierno de la siguiente manera: la Sede Nacional de Información coordinará todos los organismos de información en el Estado de Israel para presentar una política de información confiable, uniforme y consistente", se lee en el sitio web de ese departamento.

Aunque eso parece prometedor, el primer ministro Benjamín Netanyahu optó por dejarlo sin un líder, paralizando efectivamente todo el esfuerzo.

No hay nadie dirigiendo los esfuerzos de relaciones públicas de Israel en un momento en el que es crucial.

En lugar de un frente unificado y coherente, la tarea recayó en una larga lista de organismos diferentes: la Oficina del Primer Ministro, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, la policía, la agencia de seguridad interior Shin Bet y las municipalidades.

Numerosos informantes, pero sin información. Sin coordinación, sin autoridad, sin objetivo y sin un frente mediático unificado.

Y ante nosotros estaba la máquina de propaganda palestina: una empresa enfocada, sofisticada y que llega a todo el mundo con comunicados de prensa claros y dramáticos, así como una comprensión profunda de las noticias y las redes sociales.

Tomemos, por ejemplo, al actual portavoz principal de las FDI, el brigadier general Hidai Zilberman. Mucha gente dijo que era un oficial de artillería increíble, pero hay una gran diferencia entre saber cómo disparar un cañón y ser un buen portavoz.

Hidai Zilberman, portavoz de las FDI. (Tal Shimoni)

En el pasado, el puesto de principal portavoz militar se asignaba al personal de los medios de comunicación experimentado o a quienes al menos cuentan con las credenciales académicas pertinentes.

En mi tiempo como profesor en la Universidad de Haifa, tuve el placer de tener entre mis alumnos a cuatro personas que terminaron ocupando el puesto. Un portavoz ajeno al mundo de los medios de comunicación y sin experiencia en el campo estropeará todas las entrevistas y declaraciones.

Cuando se le pidió que justificara el ataque de las FDI contra un edificio de Gaza que albergaba medios de comunicación internacionales, como Al Jazeera y The Associated Press, donde el Ejército había afirmado que se desarrollaban actividades terroristas, Zilberman respondió que la evidencia "saldrá a luz pronto”.

¿Pronto? En los medios de comunicación de hoy, no existe tal cosa como pronto, ni unos días o incluso unas pocas horas.

Tiene varios minutos en el mejor de los casos para presentar su caso y debe contar con pruebas suficientes para respaldarlo. Quienes no comprenden esto, no comprenden cómo funcionan los medios.

Los esfuerzos de relaciones públicas de Israel tampoco lograron ver el panorama completo. Las FDI podrían haber golpeado plataformas de lanzamiento de cohetes, túneles terroristas, depósitos de municiones y búnkeres, pero eso no es lo que informaron los medios.

Los propagandistas de Hamás, con la ayuda potencial de más de 1.500 millones de musulmanes en todo el mundo, invadieron las redes sociales. En cuestión de horas, subieron miles de videos, canciones y mensajes de apoyo de celebridades internacionales.

Bombardeo de Israel a un edificio que albergaba a medios de comunicación en Gaza. (Reuters)

Los israelíes no sólo tardaron en reaccionar en las redes sociales, sino que ignoraron por completo el hecho de que plataformas como Facebook, Twitter, Youtube e Instagram han sido reemplazadas por Tik Tok, donde el grupo terrorista era casi imbatible.

Durante dos años, hemos denunciado el hecho de que Tik Tok se estaba utilizando para difundir mensajes de violencia y odio. Nuestro estudio mostró la evidencia que reunimos sobre contenido antisemita y terrorista en la plataforma. A nadie en Israel le importó siquiera echar un vistazo al informe.

Usar relaciones públicas durante una crisis es un asunto cínico y calculado. Ambos bandos arrojan cuerpos desmembrados, casas demolidas, niños sangrando y autobuses en llamas al centro del escenario para llamar la atención.

Requiere una comprensión integral de cuál es la mejor plataforma a utilizar para transmitir mensajes de la manera más eficaz y una estrategia unificada y coherente para lograrlo.

Pero, sobre todo, requiere profesionales expertos que estén totalmente dedicados a la tarea, equipados con todas las herramientas necesarias a su disposición. No mañana, sino ahora.

El profesor Gabriel Weimann es profesor de ciencias de la comunicación en la Universidad de Haifa y en el IDC Herzliya.

https://www.ynetespanol.com/global/opinion/article/B1BFLMttd