La controversial invitación del Congreso a Netanyahu

Mi Enfoque #540, h Enero 23, 2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

Netanyahu ha sido invitado, por los dirigentes republicanos, a dar un discurso al Congreso de los Estados Unidos a mediados de febrero, un mes antes de las elecciones de Israel. Sería la tercera vez que hablaría ante el poder legislativo de los Estados Unidos, igualando así el record de  Winston Churchill.

Esta invitación ha provocado una inmensa controversia. Obama está furioso por dos razones. La primera es que le tiene extrema antipatía a Netanyahu, y su más ferviente deseo es que Israel elija otro Primer Ministro. La segunda razón es que Netanyahu hablará sobre el peligro mortal que representa Irán, si tuviese armas nucleares, no sólo para Israel sino también para todo el Medio Oriente, Europa e, incluso, los Estados Unidos, país al cual los clérigos iraníes llaman "El Gran Satán". Irán es un tema que a Obama no le guste que le mencionen.

El presidente americano está en contra de una intervención armada y también se opone al aumento de sanciones contra Irán, táctica que había estado dando resultado. Uno de los asesores de Obama dijo que Netanyahu debe recordar que Obama todavía será presidente durante dos años más, y amenazó que "Netanyahu pagará un precio".

La oposición en Israel también se opone a que Netanyahu dé un discurso en Washington pocas semanas antes de las elecciones, calificándola de "maniobra electoral".

La realidad es que, principalmente debido a la ineficacia e indiferencia de Obama, Irán cada vez está más cerca de lograr su propósito de armarse con bombas nucleares. La muerte de un general iraní, por acción israelí la semana pasada, en Siria, al lado de la frontera con Israel, es un indicio adicional de las intenciones de Irán contra Israel, aunque bastaría con escuchar sus amenazas de borrar del mapa al Estado Judío.

Si Netanyahu logra convencer al Congreso de Estados Unidos a que no anule las sanciones, y, por el contrario, que las aumente, y con eso consigue alejar el peligro de un Irán nuclear y de un segundo Holocausto judío, eso justificaría plenamente la visita, aunque Obama arda de furia y los políticos israelíes opositores clamen faul.