El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso previo al Día de Acción de Gracias en su sede de transición en Wilmington, Delaware, el 25 de noviembre de 2020. Foto: Reuters / Joshua Roberts.
JNS.org - A medida que Joe Biden toma posesión y entra en el enfoque de la Casa Blanca, crece la especulación sobre la naturaleza de las negociaciones del “proceso de paz” que Estados Unidos decidirá realizar entre Israel y los palestinos. Sin embargo, después de examinar los comentarios y las actitudes de los palestinos, no está del todo claro si desean un nuevo proceso. Quizás prefieren mantener el proceso actual, el status quo, y no desean cambiar nada al respecto.
Por ejemplo, la Autoridad Palestina (AP) ha expresado interés en una conferencia internacional bajo la tutela del “Cuarteto”: las Naciones Unidas, Estados Unidos, Unión Europea y Rusia. Estados Unidos ya no lideraría las conversaciones; las negociaciones serían conducidas por una entidad internacional amorfa sin liderazgo ni agenda. En otras palabras: sin proceso, sin marco y sin acuerdo. Estados Unidos sería solo uno de los cuatro miembros, con un estatus internacional disminuido como potencia mundial.
Las fuentes sugieren que este fue precisamente el meollo de los desacuerdos durante la reciente reunión entre el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, en El Cairo. Según los informes, Sisi rechazó las sugerencias palestinas y dejó en claro a Abbas que Egipto no apoyaría ningún cambio de los acuerdos firmados existentes y los procesos relacionados. Egipto quiere que Estados Unidos lidere el proceso de paz solo.
Es probable que Biden esté familiarizado con las razones que llevaron al fracaso de los esfuerzos de John Kerry y Barack Obama. La terquedad de Abbas y quizás la experiencia de sus tácticas evasivas pueden llevar a la administración estadounidense a retrasar la reanudación de las negociaciones con Israel en este momento.
Otro asunto por resolver son las conversaciones entre la Autoridad Palestina y Hamas. Uno de los factores que llevaron a las conversaciones entre la Autoridad Palestina y Hamas fue la presión europea sobre Ramallah para restaurar la legitimidad de la Autoridad Palestina en preparación para la reanudación del proceso diplomático con Israel. La Autoridad Palestina no pudo rechazar las solicitudes de Europa y se vio obligada a iniciar conversaciones con Hamas, que, por supuesto, fracasaron.
El diálogo con Hamas se consideró esencial para conectar Gaza y Cisjordania para establecer un futuro estado palestino que controle todo su territorio, y un proceso electoral restablecería la legitimidad de los negociadores palestinos.
Entonces, ¿por qué fracasaron las negociaciones entre la Autoridad Palestina y Hamas? Después de los intentos de salvar las diferencias, los líderes de la Autoridad Palestina en Ramallah estaban decididos a que las elecciones solo se celebrarían en Cisjordania.
Así, a priori, no hay legitimidad para un estado palestino que no controla la mitad de su territorio ostensible. Quizás sea mejor dejar el tema palestino por ahora, mejor para ellos y quizás mejor para todos.
Pinhas Inbari es un veterano corresponsal de asuntos árabes que anteriormente informaba para Radio Israel y el periódico Al Hamishmar . Actualmente se desempeña como analista del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén.
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