Los 16 mandamientos de Estado Islámico
La organización que dirige Abu Bakr al Baghdadi ha decidido recopilar en un extenso artículo publicado en el último número de su revista en inglés, Dabiq, una serie de consejos y recomendaciones que todo yihadista miembro del grupo debe seguir.
Mucho se ha hablado sobre Estado Islámico y las atrocidades que sus milicianos cometen en Irak y Siria, así como de las estrictas normas que siguen sus integrantes y de que aquellos que quieren abandonar el grupo yihadista son ejecutados o detenidos. Ahora, la organización que dirige Abu Bakr al Baghdadi ha decidido recopilar en un extenso artículo publicado en el último número de su revista en inglés, Dabiq, una serie de consejos y recomendaciones que todo yihadista miembro del grupo debe seguir.
El artículo, Consejos para los soldados del Estado Islámico, está firmado por Abu Hamza al Muhajir, nombre del ‘ministro de la guerra’ del Estado Islámico de Irak, organización antecesora del actual Estado Islámico, muerto en abril de 2010 en unaoperación conjunta de fuerzas estadounidenses e iraquíes cerca de Tikrit. Su autor explica que ha decidido recopilar una serie de “consejos” recabados de libros y de personas.
Entre otros, además de devoción y lealtad absoluta al líder, se insta a dejar de lado a la familia, a tratar bien a los habitantes de las zonas bajo su control y a evitar el exceso de confianza o acudir a la lucha contra el enemigo sin temor, ya que Alá está de su parte.
Recomendaciones de EI
Estos son algunos de ellos:
• Hay que “reverenciar” al líder de Estado Islámico, cuyas órdenes hay que “obedecer” sin cuestionarlas. En la misma línea, se recomienda a los milicianos que acaten las decisiones de su líder y “acepten su opinión y dirección para que no haya desunión o división” en las filas del grupo. “Siempre que lo que busques sea la recompensa de Alá, entonces debes saber que la recompensa se encuentra en escuchar y obedecer a vuestros líderes, con la condición de que esto no suponga oponerse a la sharia”.
• Sinceridad en las palabras y las acciones. “Alá no acepta ninguna acción a menos que se haga de forma sincera y correcta”. Por ello, subraya, “el objetivo de vuestra yihad debe ser que la palabra de Alá sea la más elevada”.
• Antes de actuar se debe saber por qué se actúa, para lo que se invita a “preguntar a las personas con conocimiento”. “No matéis o toméis botín sin primero saber por qué lo hacéis”. Igualmente, explica el artículo, es fundamental la “preparación” lo que pasa por “el entrenamiento físico, que fortalece tu cuerpo, así como las artes marciales”.
• “Ojo con permitir que el afecto que sentís hacia un familiar o ser querido os aleje de ayudar a la religión de Alá”.
• “Tened cuidado con el autoengaño y el gusto de ser elogiados, especialmente tras una victoria contra vuestro enemigo”, así como con la injusticia y la deshonestidad. Por otra parte, se alerta de que no se debe desear “enfrentarse al enemigo si el deseo es resultado del autoengaño, el orgullo o el exceso de confianza”.
• “No permitimos a ningún soldado que haga pactos o garantice seguridad“, se advierte, subrayando que esto solo es potestad del líder de Estado Islámico y su círculo, ya que él “está más al tanto y es más capaz de determinar los intereses del Estado”. También se deja claro que independientemente del lugar donde estén destinados debe “hacerse guardia durante la noche” ya que “estáis en la línea de frente”.
• Para defender la consolidación del Estado Islámico “en la tierra de los dos ríos”, se pide a los milicianos que “traten de manera gentil a la gente y que sientan la dulzura y el honor del islam y ojo con hacerles temer al islam y sus normas”. En este sentido, les aconsejan trabajar para que la gente acepte “los aspectos amargos” mediante “palabras agradables”. “Que la gente ame la religión del islam, sus normas y el Estado Islámico”, defiende el autor del artículo.
• “Animaros entre vosotros” ya que esto ayuda “a la victoria y el triunfo” puesto que, afirma el autor, “lo más difícil para un soldado de Alá es entrenarse en acostumbrarse a mucho combate”. En este sentido, les recuerda que “el enemigo violó a vuestras madres y vuestras hermanas”, les impidió rezar y “os apartó del comercio y la agricultura”.
• Cuando se vaya al combate, hay que ir conociendo el terreno y provistos con suficientes suministros “incluidas armas,alimentos y medicinas y sin dejar nada atrás que os pueda servir en vuestra yihad”. Igualmente, les insta a “no dejarse atemorizar por el enemigo”. “Sabes que la victoria y la consolidación están solo en manos de Alá (…) así que no temáis a los enemigos de Alá por vuestro escaso número siempre y cuando estéis bajo su orden y le obedezcáis a él”.
• Los “soldados” no deben escatimar ningún esfuerzo en la lucha contra el enemigo, de ahí el que se alerte contra “la pereza y la incompetencia”, al tiempo que se elogia la “paciencia”. “La cobardía es una vulnerabilidad mortal y la persistencia es un santuario”, añade el autor. “Aquellos que han muerto en la guerra mientras huían son muchos más que los que los que han muerto mientras avanzaban”, subraya, recordando que en la primera fase del islam, “estaba prohibido a los musulmanes huir cuando estuvieran en una situación de diez contra uno”.
• “Es recomendable hacer ‘takbir’ (gritar ‘Allahu Akbar’) cuando veas al enemigo”, si bien se recomienda “susurrar” salvo cuando “se está cargando y atacando”.
• “Nunca robes nada del ‘ghanimah‘”, el botín apresado durante los ataques, insta el autor, y recuerda que el propio profeta dijo “no robéis del ‘ghanimah’ o actuéis de manera desleal, o mutiléis cuerpos”.
• “Esfuérzate duro por obedecer a Alá y ojo con las ominosas consecuencias del pecado así como de tu propia maldad y la de Satán”. En este sentido, en otro punto se aconseja el “control de los deseos”.
• Rezad, porque el rezo “fortalece el corazón, da energía a los miembros y previene la inmoralidad y la mala conducta. Es el lugar para tener una conversación privada con el Señor y el lugar para buscar su apoyo”.
• “No cargues sobre ti algo de lo que no eres responsable” y “sé agradable con tus hermanos (…) sonríeles mucho y escucha a aquellos que son mayores que tú”. Además, se pide a los milicianos que no persigan los defectos e imperfecciones de los demás, en especial los de “vuestro líder y hermanos”.
• No se debe emplear el término ‘takfir’ (infiel) “salvo a aquellos que lo merezcan conforme a la sharia”. En este sentido, se aconseja no dejarse llevar por las “sospechas” y asegurarse de que esa persona realmente no cumple con los requisitos.
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