Muere Shimon Peres, el expresidente de Israel que pensó que los palestinos podrían llegar a ser sus "amigos más cercanos"
Redacción
BBC Mundo 28 septiembre 2016 GETTY IMAGESImage captionShimon Peres ocupó los más altos cargos de la política israelí durante seis décadas. El expresidente de Israel y premio Nobel de la Paz Shimon Peres falleció este martes a los 93 años.
Peres llevaba dos semanas ingresado en un hospital a las afueras de Tel Aviv después de sufrir un accidente cardiovascular encefálico severo.
El experimentado político ocupó casi todos los cargos de gobierno importantes en Israel desde que este fue fundado en 1948, además de ser el arquitecto del programa nuclear del país.
Durante siete décadas supo mantenerse vigente en la política de Israel. Fue dos veces primer ministro y presidente entre 2007 y 2014.
Su lucha por la paz
Peres fue uno de los líderes que negoció los acuerdos de paz de Oslo de 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), por el cual le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz 1994.
El reconocimiento lo compartió con el líder palestino Yaser Arafat y al entonces primer ministro israelí Yitzhak Rabin, ambos fallecidos en 1995 y 2004, respectivamente..
"Lo que estamos haciendo hoy es más que firmar un acuerdo, es una revolución. Ayer era un sueño, hoy es un compromiso", dijo Peres tras la firma del histórico acuerdo.
Pero Peres también era consciente de que materializar la paz entre esos pueblos era una tarea a largo plazo y complicada.
"Estamos apenas en el principio de la historia y tenemos un largo camino adelante.Estamos tratando de darle un fin al fuego del odio y a los metales de la hostilidad que traen muerte y terror y pobreza a millones de personas en nuestra región", dijo.
Los acuerdos de Oslo sufrieron un golpe devastador con el asesinato de Rabin en 1995 y, luego, con el fracaso de las negociaciones organizadas en el año 2000 por el presidente estadounidense Bill Clinton en Camp David entre Arafat y el entonces primer ministro israelí Ehud Barak.
Peres, sin embargo, nunca se separó de su ideal y creó un Centropara la Paz que lleva su nombre con el que buscaba acercar a los palestinos y los israelíes y en el que mantuvo una activa agenda pública a pesar de su avanzada edad.
En una oportunidad dijo que los palestinos eran "los vecinos más cercanos" de Israel. "Y creo que podrían convertirse en nuestros amigos más cercanos".
Audacia militar
Al mismo tiempo que extendía la mano para la paz, Peres nunca abandonó la idea de que Israel tenía que mantener una fuerza militar poderosa para negociar desde esa posición.
Habló con frecuencia de su visión de un Medio Oriente en el que Israel podía coexistir en armonía con sus vecinos árabes, compartiendo agua y comercializando libremente a través de fronteras abiertas. Sin embargo, fue fundamental para que Israel tuviera unas fuerzas armadas sólidas.
A inicios de su carrera, fue uno de los funcionarios claves en los acuerdos a los que su país llegó con proveedores extranjeros de armas y en las negociaciones secretas que hicieron que Israel se convirtiera en una potencia nuclear.
Su combate al grupo palestino Hamas no cesó cuando estuvo al mando de las fuerzas israelíes.
"Estamos decididos a luchar contra Hamas y la yihad sin ningún tipo de dudas, sin ningún tipo de aplazamientos y sin ningún tipo de restricciones al igual que estamos decididos a continuar con el proceso de paz", dijo en una ocasión.
Muchos recuerdan que él era ministro de Defensa cuando las fuerzas especiales de Israel realizaron la audaz incursión en el aeropuerto de Entebbe, Uganda.
En ese episodio de 1976, comandos israelíes rescataron a un centenar de rehenes tomados por secuestradores palestinos y alemanes.
"Esta fue una operación sin precedentes, pues era la más grande desde el punto de vista de los recursos, la más corta desde el punto de vista del tiempo y la más audaz que se pudiera imaginar", dijo Peres sobre la misión.
Un político hábil
Su diplomacia le dio respeto a nivel internacional, pero en la política doméstica no gozaba de la misma popularidad.
A pesar de ser uno de los líderes más conocidos, nunca ganó una elección abierta.
La primera vez que fue primer ministro fue designado por un acuerdo entre partidos y la segunda tomó el lugar de Yitzhak Rabin, quien fue asesinado por un extremista israelí del ala ultraderechista.
Una de las claves en la larga carrera de Peres fue que era un político que se sabía adaptar a los tiempos.
En un momento fue parte del gobierno que aprobó la construcción de asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado.
Sin embargo, también fue capaz de darse cuenta que esa ocupación era un obstáculo para un acuerdo con los palestinos.
De Polonia a Israel
Peres nació el 15 de agosto de 1923 en un pueblo llamado Vishniev, entonces Polonia y hoy territorio de Bielorrusia.
Sus padres, Shimon y Sarah Persky, emigraron en 1934 al territorio del Mandato Británico de Palestina.
Se casó con Sonya Gelma, con quien compartió un matrimonio de 65 años hasta la muerte de ésta, en 2011, y con quien tuvo a tres hijos: Zvia, Jonathan y Nechmia.
Comenzó su carrera política cerca de 1950 y durante las siguientes seis décadas logró llegar a las más altas posiciones.
Además de ser primer ministro de Israel en dos periodos; fue dos veces viceprimer ministro; ministro de Defensa; cuatro veces ministro de Exteriores; y parlamentario de la Knesset entre 1959 y 2007.
También llegó a ser líder del Partido Laborista, y ocupó los ministerios de Desarrollo, Transporte e Inmigración, entre otros cargos.
La presidencia
Gracias a su prestigio y trayectoria en 2007 fue electo como Presidente de Israel, un cargo en buena medida ceremonial en el que estuvo durante siete años.
Era visto como un abuelo de la nación, y en ese tiempo disfrutó finalmente del reconocimiento popular que se le escapaba al principio de su carrera.
Sus últimos años
Luego de su renuncia a la presidencia israelí, Peres apareció en un video titulado "¿Y ahora qué?" en el que el líder probaba algunos empleos como cajero de supermercado, repartidor de pizzas y guardia aeroportuario.
El humor con el que tomaba sus años de vejez se vio opacado por sus problemas de salud que lo llevaron en varias ocasiones a internarse de emergencia.
Una de las últimas ocasiones ocurrió enero de este año, cuando sufrió un ataque menor al corazón que le obligó a practicarse un stent, o ensanchamiento de arterias.
Los médicos posteriormente le habían colocado un marcapasos, pero su débil corazón y sus problemas vasculares lo llevaron a un último episodio del que ya no se recuperaría.
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