Hassan Rohani reconoció que el sistema político iraní no es aceptado por la población
Por primera vez en la historia un funcionario de alto nivel reconoce que la gente está "perdiendo la fe" en la República Islámica. "Tenemos que hablar con la gente para convencerla de que los problemas de Irán se solucionan a corto plazo", dijo el mandatario, criticado por el fracaso económico de su gestión y la sanciones impuestas por Estados Unidos
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, reconoció este jueves ante el Parlamento que los iraníes están "perdiendo la fe" en la República Islámica, en un contexto de fuerte crisis económica y una renovada escalada de tensiones con Estados Unidos.
"La gente ha perdido su fe en el futuro de Irán, y es más, incluso algunos dudan de la grandeza y el poder del sistema de la República Islámica", dijo el mandatario ante el Majlis (parlamento) en una sesión destinada a la defensa de su gestión ante la grave crisis económica que vive esa nación.
Rouhani reconoció que la actual situación en ese ámbito es crítica pero que la situación económica, ante la pérdida de "la confianza y la esperanza de la gente, es insignificante".
Esta es la primera vez en la historia de la República Islámica que un responsable de alto rango reconoce de modo oficial que el actual sistema político no es aceptado por la gente.
En este sentido, el analista y catedrático de ciencias políticas de la Universidad Azad de Teherán, Mehdi Motaharnia, explicó a la agencia EFEque Rouhani es "el primero que de modo claro ha puesto en duda la aceptación del sistema de la República Islámica", instaurada en Irán en 1979 tras una revolución que llevó a la caída de sha Mohamed Reza Pahlevi.
Rouhani advirtió de que la pérdida de la aceptación puede provocar "la ilegitimidad" del sistema.
El presidente de la República Islámica "ha hecho sonar las alarmas con el objetivo de alertar a los responsables y transmitirles que, aunque no piensen en el futuro de Irán, seguro que piensan en su poder, y es probable que este sistema pierda su estabilidad".
El moderado Rouhani se encuentra bajo fuertes presiones por parte de los principales partidos políticos del país, reformistas y conservadores.
Al respecto el mandatario ha sido cuestionado sobre el fracaso del Gobierno a la hora de controlar el desempleo y la subida de los precios, la continuación de las sanciones al sistema bancario, la severa recesión económica y la fuerte caída del valor del rial.
En una reciente carta dirigida precisamente a sus críticos en el Majlis Rouhani sólo confió en que "tenemos que hablar con la gente para convencerla de que los problemas de Irán se solucionan a corto plazo", con la guía del líder supremo del país.
Con información de EFE
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