viernes, 1 de abril de 2022

Israel. Opinión: No, no es la Tercera Intifada


La oleada de atentados de la última semana en Israel que dejó once muertos despertó el recuerdo de la Segunda Intifada.
Por M. S.

Escenario del incidente en Mahane Yehuda en Jerusalem, 30 de marzo de 2022.

Editorial publicada por Anna Ahronheim.

Agencia AJN.- Hace veinte años, Israel estaba en medio de la Segunda Intifada. Sólo en marzo de 2002 murieron 133 personas en atentados terroristas. Veinte años después, once israelíes fueron asesinados en una semana.

La oleada de atentados de la última semana en Israel que dejó once muertos despertó el recuerdo de la Segunda Intifada, en la que ningún lugar era seguro. Los atentados suicidas arrasaron con colectivos, mercados, restaurantes y otros lugares.

En la Segunda Intifada, desde septiembre de 2000 hasta mediados de 2005, murieron cerca de 1.000 israelíes y otros miles resultaron heridos, mientras cientos de terroristas palestinos perpetraban ataques mortales en todo el país.

El 27 de marzo de 2002, el agente de Hamás Abdel-Basset Odeh se inmoló durante una cena de Pascua en el Park Hotel de Netanya, en un atentado que mató a 29 personas e hirió a otras 64.

Fue el catalizador para que el entonces primer ministro Ariel Sharon lanzara la Operación Escudo Defensivo dos días después.

Operación Escudo Defensivo:

La Operación Escudo Defensivo fue la mayor operación militar del país en Cisjordania desde la Guerra de los Seis Días de 1967, con unos 20.000 reservistas convocados. Se desplegaron tropas y armamento pesado en el corazón de seis grandes ciudades palestinas, en los pueblos de los alrededores y en los campos de refugiados.

El objetivo era poner fin a los atentados terroristas que asolaban el país, recuperando el control de Cisjordania y de las ciudades de la zona A que estaban bajo el control exclusivo de la Autoridad Palestina.

En la operación, que duró hasta finales de mayo, murieron 29 soldados israelíes y otros 127 resultaron heridos. Los palestinos informaron de al menos 250 víctimas mortales entre los suyos, con otros 400 heridos y más de 5.000 detenidos.

No existe una fecha o acontecimiento fijo para el final de la Segunda Intifada, aunque la violencia y los ataques mortales disminuyeron alrededor de 2005.

Diez años después, la «intifada de los apuñalamientos» de 2015 comenzó con palestinos -principalmente jóvenes- que apuñalaron, atropellaron y dispararon a soldados israelíes, civiles e incluso turistas en una ola de violencia en Cisjordania e Israel. Hubo ataques casi diarios en el invierno de 2016 antes de que la violencia disminuyera.

Desde entonces se dieron oleadas esporádicas de violencia, y todas ellas, si no la mayoría, fueron llevadas a cabo por jóvenes palestinos lobos solitarios.

Los atentados de la última semana preocupan a las fuerzas de seguridad israelíes, que fueron sorprendidas con la guardia baja y sin ningún indicio previo de que se estaban produciendo atentados. Ahora tienen que ponerse al día para contener y neutralizar las amenazas antes de que los atacantes puedan llevar a cabo más atentados mortales.

El atentado de Hadera fue premeditado y, tal vez por coincidencia, tuvo lugar en el 20º aniversario del atentado del Park Hotel. Al producirse el atentado de Bnei Brak poco después, a los israelíes les preocupa estar asistiendo al inicio de una Tercera Intifada.

Yoram Schweitzer, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv y director del Programa sobre Terrorismo y Conflictos de Baja Intensidad del instituto, declaró a The Jerusalem Post que hay dos diferencias principales entre la violencia que Israel está viendo actualmente y la Primera y la Segunda Intifadas.

«Ahora tenemos una relativa libertad de operación, si no total, si necesitamos operar en Cisjordania», dijo. «Tenemos fuerzas que operan en Jenin y en el campo de refugiados de Balata en busca de sospechosos. Y contamos con el apoyo -silencioso o no- de las fuerzas de seguridad palestinas».

La primera prioridad de las fuerzas de seguridad israelíes es «obtener información con antelación para impedir que personas o grupos operen», dijo Schweitzer, y añadió que tiene que haber «un compromiso más activo para obtener más información. Tenemos que ser más agresivos en la obtención de inteligencia y en las medidas operativas de la policía, la policía de fronteras y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), tanto dentro como fuera de Israel. La Autoridad Palestina (AP) podría ayudar a ello».

«Y si la inteligencia no existe, entonces necesitamos una mayor presencia de personas que puedan detener los ataques y evitar más víctimas. Veremos más tropas, más policías, más soldados que puedan llevar sus armas», agregó Schweitzer.

Aunque «no hay forma de prevenirlo todo… no debemos perder la cabeza y abordar [los recientes atentados] como si fuera algo que Israel no experimentó en el pasado. Unos pocos atentados con éxito están creando una sensación de inseguridad. No creo que estemos en la misma situación que la Segunda Intifada. No estamos en la realidad de una Tercera Intifada», detalló Schweitzer.

Sin embargo, debido a los acontecimientos y a los posibles atentados de imitación, los servicios de seguridad tienen que reevaluarse.

Con respecto al rol de las agencias de seguridad e inteligencia, Schweitzer explicó: «Los fracasos ocurren, y estoy seguro de que el Shabak [Agencia de Seguridad Israelí Shin Bet] lo ve como un fracaso y está trabajando para cerrar esas lagunas. Comprobarán qué pasó, qué lagunas hubo, y lo arreglarán».

Una generación, tanto de israelíes como de palestinos, que creció en medio de atentados suicidas, no quiere que se repita ese escenario. Ambas partes comprenden la catástrofe que vivieron durante esos años violentos.

Por eso, la semana pasada, las autoridades israelíes de defensa aumentaron el número de permisos de trabajo para los gazatíes a 20.000, en un intento de reducir las tensiones que han estado burbujeando bajo la superficie.

Los funcionarios de Israel, los territorios palestinos, Jordania, Egipto y Qatar también están trabajando para reducir las llamas, celebrando un número sin precedentes de reuniones en público. Estas reuniones se producen cuando Israel intenta diferenciar entre el terrorismo de Cisjordania y Gaza y el terrorismo llevado a cabo por árabes-israelíes.

Sin embargo, a pesar de las reuniones diplomáticas y de la duplicación de las tropas en las zonas conflictivas, Dia Hamarsheh, de 27 años, pudo cruzar ilegalmente a Israel a través de un agujero en la valla de seguridad y abrir fuego contra civiles desarmados con un rifle de asalto de grado militar, a pocos minutos de Tel Aviv, en Bnei Brak.

Para evitar futuros ataques, las fuerzas de seguridad y el gobierno de Bennett tienen mucho trabajo que hacer.

Una cuestión que debería encabezar su lista es arreglar los agujeros en la valla de seguridad a través de los cuales miles de palestinos cruzan a Israel a diario, incluso las mañanas después de cada uno de los ataques mortales de la semana pasada.

Las fuerzas de seguridad también deben intensificar sus operaciones para combatir la tendencia de las armas ilegales que inundaron las comunidades árabes y que siguen entrando de contrabando desde Líbano, Egipto y Jordania.

Combatir las ideologías del Estado Islámico y otros grupos terroristas como Hamás y la Yihad Islámica Palestina es una lucha que continuará durante años, y será más difícil de abordar mientras los palestinos y los árabes-israelíes sientan que no tienen nada que perder.

https://agenciaajn.com/noticia/israel-opinion-no-no-es-la-tercera-intifada-187901

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Netanyahu plantea la paz con los saudíes como clave para resolver el conflicto con los palestinos En una entrevista con Al Arabiya, el prime...