Bennett revela una operación del Mossad para obtener información sobre el piloto israelí Ron Arad

El primer ministro desvela una misión encubierta “compleja y osada” para descubrir el misterio del destino del soldado de la Fuerza Aérea de Israel desaparecido hace 33 años.

Ron Arad Foto: Portavoz de las FDI

El primer ministro, Naftalí Bennett, reveló durante un discurso pronunciado en el pleno de la Knésset (Parlamento) que agentes del servicio secreto Mossad realizaron recientemente una misión encubierta para obtener información sobre el destino del teniente coronel Ron Arad, el navegante de la Fuerza Aérea capturado en 1986 por la milicia chií Amal en el Líbano, y que desde entonces permanece desaparecido.

“Fue una operación compleja, osada, de amplia escala. Eso es todo lo que se puede decir por ahora”, manifestó Bennett al inaugurar las sesiones de invierno de la cámara legislativa. “Hemos hecho grandes esfuerzos para comprender el destino de Ron”.

Bennett expresó que la operación que incluyó mujeres y hombres del Mossad se llevó a cabo el mes pasado para tratar de obtener información sobre el misterioso destino de Arad, que se estima que murió en 1988.

El Canal 12 reportó que el director del Mossad dijo en una reunión a puertas cerradas que fue una “operación valiente y osada”; pero que no tuvo éxito.

Bennett prometió que “seguirá actuando para traer a todos nuestros muchachos a casa, donde quiera que estén” y agradeció a los efectivos del Mossad.

El 16 de octubre de 1986, el piloto, Yishai Aviram, y Arad, cumplían con un F-4 Phantom II una misión de bombardeo contra blancos de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) en Sidón, en el sur del Líbano. Aparentemente, una de las bombas explotó de forma prematura por los que se vieron obligados a eyectarse de la aeronave. Aviram fue localizado horas más tarde por un helicóptero israelí Bel AH-1 Cobra y fue rescatado en forma espectacular colgado del tren de aterrizaje tipo patín de la aeronave bajo el intenso fuego enemigo.

Se cree que Arad, que se arrojó también en paracaídas, fue capturado por la milicia chií Amal que lo entregó a las fuerzas iraníes. Durante los dos primeros años de encierro se recibieron fotos y cartas de Arad. La última fue enviada en mayo de 1988.

La inteligencia israelí estima que está muerto, aunque los informes difieren sobre las circunstancias, el lugar y el momento de su deceso.

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