Tres sitios judíos que debes visitar si viajas al Mediterráneo.
por Dan Fellner
Mi crucero a la historia judía.
Un viaje por el Mediterráneo les ofrece a los viajeros judíos la oportunidad de ver algunos sitios relativamente desconocidos que ayudan a entender la supervivencia y la resiliencia de la vida judía de hace miles de años.
Hace unos años atrás, me embarqué en el lujoso Regent Seven Seas Voyager para un crucero de 10 días de "Aventuras Egeas" por siete países. Comenzamos en Barcelona y acabamos en Atenas, con paradas en Francia, Italia, Malta, Turquía y la isla griega Santorini.
En tres de las paradas del itinerario (Barcelona, Roma y Éfeso, Turquía) tuve la oportunidad de visitar sitios relacionados con el judaísmo y aprender más sobre los altibajos de la existencia judía en esa parte de la diáspora.
BARCELONA
A sólo a cinco minutos a pie de la famosa Ramla de la ciudad, está el antiguo barrio judío que en un momento albergó a la próspera comunidad judía de Barcelona. En medio de las serpenteantes callejuelas y la arquitectura medieval, está lo que algunos creen que es la sinagoga más antigua de Europa: la Sinagoga Mayor de Barcelona.
De acuerdo con los historiadores, los judíos comenzaron a llegar a Barcelona después de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 E.C. Ellos se asentaron en un área de la ciudad conocida como el Call, que aparentemente viene de una antigua palabra en catalán derivada de la palabra hebrea kahal (comunidad).
La Sinagoga Mayor, ubicada en una calle llamada Carrer Marlet, está en un edificio que existe desde el siglo III o IV. No está claro si fue utilizado inicialmente como una sinagoga. Sin embargo, una de las paredes excavadas tiene tallado el número 18 en números romanos, un número espiritual en el judaísmo. Algunos sugieren que los números tallados ofrecen evidencia de las antiguas raíces del edificio. El edificio también fue construido orientado hacia el este, hacia Jerusalem, en contraste con otros edificios de la calle.
El interior de una de las dos habitaciones de la Sinagoga Mayor de Barcelona
La sinagoga fue expandida durante el siglo XIII. En esa época, los judíos constituían hasta un 20 por ciento de la población de Barcelona. Trágicamente, en 1391 la Peste Negra diezmó la ciudad. Los judíos fueron culpados y la mayoría fueron asesinados u obligados a convertirse al cristianismo.
Un empresario argentino con raíces catalanas compró el edificio en 1996, antes de que fuera demolido por la ciudad. Entonces comenzaron las restauraciones y la Sinagoga Mayor abrió como museo en el 2002.
Una habitación presenta las ruinas de la era romana; la otra tiene un pequeño santuario con una menorá, un rollo de Torá de 500 años de antigüedad (donado por un abogado de Nueva York), y otros artefactos judíos. Hay visitas guiadas en inglés, español y hebreo. En la sinagoga no hay servicios religiosos formales. Sin embargo, se utiliza para eventos especiales como bodas y bar mitzvot.
La Sinagoga Mayor no es fácil de encontrar. El barrio judío es un laberinto de calles que no están marcadas claramente y tuvimos que pedir indicaciones varias veces hasta que encontramos el edificio. Pero valió la pena el esfuerzo para ver un sitio con tal significado religioso y magnitud histórica.
El barrio judío de Barcelona
Con los años, la comunidad judía de Barcelona tuvo un leve resurgimiento. En 1918, se estimaba que había 100 habitantes judíos. Posteriormente llegaron judíos de Turquía, Grecia, América del Sur, África del norte e Israel.
Hoy, la población judía llega a cerca de 5.000 personas y hay cuatro sinagogas en funcionamiento. Nosotros visitamos la más grande, la sinagoga de la Comunidad Israelita Ortodoxa de Barcelona. Ubicada en una zona residencial en un edificio que existe desde 1954, fue la primera sinagoga libre construida en la Península Ibérica desde la expulsión de judíos en 1942. La sinagoga cuenta con santuarios tanto sefaradíes como askenazíes. La seguridad es estricta, por lo tanto, si deseas asistir al servicio de plegarias es mejor contactarse con la sinagoga con anticipación: info@cibonline.org.
ROMA
Una visita a la Ciudad Eterna recompensa a los viajantes judíos con una visión de la comunidad judía más antigua de Europa y uno de los más antiguos asentamientos judíos permanentes del mundo.
Se cree que la presencia judía en Roma data del año 161 A.E.C, cuando Jason ben Eleazar y Eupolemus ben Iojanán fueron enviados por Iehudá Hamacabí. Aunque en Palestina los romanos a menudo trataron con suma dureza a los judíos, las relaciones con los mandatarios en Roma por lo general eran mucho mejor. Pero cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, los derechos judíos se deterioraron. Durante la Edad Media, el trato a los judíos cambió de acuerdo a cada papa.
La belleza interior de la Gran Sinagoga de Roma
Como la mayoría de los barcos en los itinerarios por el Mediterráneo, el Seven Seas Voyager arribó en la ciudad portuaria italiana Civitavecchia, a unos 90 minutos en auto desde el corazón de Roma. Teníamos la opción de tomar un tour por “la Roma judía” organizado por el barco, pero optamos por viajar solos, usando una de las tantas líneas de autobús en que puedes subir y bajar e en las diferentes paradas y que pasan por los sitios principales de la ciudad.
Bajamos del autobús en Piazza Venezia y caminamos unos 10 minutos hasta el “Gueto Hebraico”, el cual está claramente demarcado en los mapas de la ciudad. El gueto judío data de 1555, cuando el Papa Pablo IV restringió a los judíos a esta pequeña área de la ciudad, la cual entonces estaba rodeada por un muro. Tras la unificación de Italia en 1870 se les concedió la ciudadanía a los judíos y eventualmente el gueto fue abolido.
Fue fácil darnos cuenta cuando llegamos al antiguo gueto. En la plaza principal hay varios restaurantes kasher que reciben a la gran cantidad de turistas judíos que llegan a visitar la Gran Sinagoga de Roma y el museo local.
La Gran Sinagoga es un edificio hermoso que abrió en 1904. Contiene elementos de arquitectura asirio-babilónica, egipcia y greco-romana, el domo de aluminio del edificio es el único domo cuadrado de Roma. La comunidad judía de Roma quería un edificio atractivo que representara un símbolo visible de la libertad de la comunidad después de siglos de dificultades. Y lo lograron.
Tras pagar 11 euros, entramos a la sinagoga de dos pisos. La seguridad es sumamente estricta. Aquí hubo un atentado terrorista palestino en 1982 en el que fue asesinado un niño de 2 años.
El exterior de la Gran Sinagoga
Hicimos un breve tour por el deslumbrante interior de la sinagoga. Nuestra visita fue un viernes por la mañana y mientras estábamos sentados en el santuario, un equipo de limpieza preparaba la sinagoga para los rezos de Shabat de esa noche. Nos sorprendió escuchar que la Gran Sinagoga es tan sólo una de las 18 sinagogas en funcionamiento en Roma, aunque la mayoría son bastante pequeñas. Se estima que en Roma viven 15.000 judíos.
Un restaurante kasher en el antiguo gueto judío de Roma
Al pagar para entrar a la sinagoga también se puede entrar al Museo Judío de Roma, donde hay una crónica de la vida judía en Roma a lo largo de los siglos. Establecido en 1960 como una habitación detrás del arca de la Torá en la sinagoga, el museo expandido se mudó a su ubicación actual adyacente a la sinagoga en el año 2005. En especial nos impresionó la extensa colección de arte judío en exhibición.
La sinagoga apareció en los titulares en el 2016 cuando la visitó el Papa Francisco y dio un discurso en el que rechazó todas las formas de antisemitismo y pidió “máxima vigilancia” para prevenir otro Holocausto.
ÉFESO, TURQUÍA
Después de una ola de ataques terroristas en el 2016 que tuvo un severo impacto en el turismo, algunas de las compañías de cruceros (entre ellos el Regent Seven Seas) comenzaron a regresar a Turquía. Uno de los puertos más populares es la ciudad de Kuşadasi, en la costa occidental de Turquía en el Mar Egeo. Kuşadasi está a tan sólo 30 minutos en auto de las famosas ruinas romanas de Éfeso.
Uno de los sitios arqueológicos más impresionantes y mejor restaurados del mundo, Éfeso era la capital de Asia Menor y fue construida hace uno 3.000 años. En el Imperio Romano, la ciudad era considerada segunda en importancia después de Roma.
Las ruinas de la famosa Biblioteca de Celso en la antigua ciudad de Éfeso
La época cumbre de Éfeso fue en los siglos II y III, cuando albergó casi un cuarto millón de personas. A lo largo de los siglos, llegaron de visita a Éfeso dignatarios tales como Alejandro Magno, Julio César, Marco Antonio y Cleopatra.
Se cree que por lo menos desde el siglo V AEC vivió en Éfeso una importante comunidad judía. Sólo un 20 por ciento de la ciudad fue excavado. Los arqueólogos piensan que hay una sinagoga que aún no fue descubierta.
Lamentablemente, hoy hay poca evidencia visible de una vida judía en esta antigua ciudad. Sin embargo, en los escalones de mármol frente a una de sus estructuras más famosas y populares (la Biblioteca de Celso) hay tallada una menorá a penas visible.
Construida en el siglo II, la biblioteca de dos pisos con columnas de estilo corintio contuvo en un momento más de 12.000 rollos. Un cartel en los escalones frente a la biblioteca, junto al tallado de la menorá, dice en turco y en inglés: “Menorá, candelabro de siete brazos, símbolo judío, grabado en los escalones de la Biblioteca de Celso. Periodo del Imperio Romano”.
Nuestra guía notó mi interés cuando mencionó el símbolo judío y me preguntó si yo era judío. Cuando respondí afirmativamente me dijo que ella también era judía, que vivía en la cercana ciudad turca de Izmir y que es miembro de una de las sinagogas de su ciudad.
El cartel conmemorando la vida judía en Éfeso
Como muchas otras líneas de cruceros, Regent se desvive por atender a los pasajeros judíos. Hubo servicios de Shabat a bordo y hay comida kasher si se la pide con anticipación. Regent ofrece 70 opciones de comida kasher, preparada con carnes Glatt kosher bajo estricta supervisión rabínica. Cada cena se sirve en vajilla kasher.
Si hubiésemos tenido más tiempo, nos habría gustado explorar otros sitios judios en el itinerario, incluyendo las sinagogas en Mónaco y Livorno, en Italia. Pero ver la supervivencia, incluso el resurgimiento, de la vida judía en Barcelona y Roma y el vestigio de una antigua comunidad judía en Éfeso, nos dio ganas de regresar y aprender más sobre la vida y la historia judía en esta parte del mundo.
Todas las fotos fueron sacadas por Dan Fellner
Sobre el Autor
Dan Fellner es seis veces becario de Fulbright, profesor asociado de la Universidad Estatal de Arizona y escritor de viajes independiente especializado en destinos judíos.
https://aishlatino.com/tres-sitios-judios-que-debes-visitar-si-viajas-al-mediterraneo/?acid=dc463d02e0eed32fd413d69e77e8ecc4&src=ac&vgo_ee=YbtDPzTfW9niF0ZcEZeZAtSYFmrMikCwlKFARSZoYAo%3D
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