La AP está empujando al público palestino a las armas israelíes
estrechar los lazos entre palestinos e israelíes no solo es una pesadilla existencial para las autoridades de Ramallah, sino que también debe verse como un problema fundamental para Israel a largo plazo
Michael Milstein
Trabajadores palestinos cruzan de Hebrón a Israel
( Foto: AFP )
Hace aproximadamente un mes, ocurrió algo extraño en Hebrón, algo que no se ha visto desde el establecimiento de la Autoridad Palestina en 1994.
Miles de palestinos se reunieron en la puerta de la sede local de Coordinación y Enlace de Israel para obtener permisos de trabajo a costo cero.
Lo hicieron sin ninguna participación de la Autoridad Palestina, que en el pasado al menos fue notificada de tal movimiento.
Un falso rumor o un mensaje poco claro de Israel fue lo que desencadenó el incidente, pero sí señaló uno de los peligros clave de la creciente crisis de la Autoridad Palestina con Israel: el público palestino está estableciendo contactos directos con Israel sobre los jefes de la administración en Ramallah .
Esta es una pesadilla de larga data para la Autoridad Palestina: los intentos israelíes de debilitarla a través de las relaciones civiles y el diálogo directo con el público palestino, lo que conduciría gradualmente al declive del gobierno palestino.
El jefe de la Autoridad General de Asuntos Civiles de la Autoridad Palestina, Hussein Al-Sheikh, expresó ese temor exacto en una entrevista reciente con The New York Times, donde dejó en claro que "la Autoridad Palestina nunca aceptará convertirse en un consejo regional o una organización benéfica".
Pero desde que la AP detuvo su coordinación con Israel, las actividades civiles en curso relacionadas con Israel se han llevado a cabo en virtud de una "mano invisible".
De esta manera, decenas de miles de trabajadores, comerciantes y pacientes continúan cruzando todos los días desde Cisjordania hacia Israel, sin ninguna coordinación oficial entre Jerusalén y Ramallah.
La Autoridad Palestina podría poner fin a este fenómeno si así lo desea, pero los funcionarios palestinos entienden que una medida de este tipo aumentaría las tensiones con su propio público, lo que podría ver la ira de la gente dirigida hacia ellos.
Por ahora, la Autoridad Palestina prefiere dejar que la situación actual continúe para preservar la estabilidad económica en Cisjordania, que sufrió un duro golpe por la crisis del coronavirus.
Los estrechos lazos entre el público palestino e Israel no solo son una pesadilla existencial para la AP, sino que también deben verse como un problema fundamental para Israel.
Mientras se prepara para escenarios de pesadilla como una tercera Intifada palestina, Israel también debería estar preocupado por este silencio de la AP.
El movimiento de una gran parte del público palestino para mantener un contacto civil directo con Israel, y el anhelo de muchos de ellos de convertirse en ciudadanos israelíes para mejorar tanto su calidad de vida como los servicios públicos que reciben, equivale a una disminución continua en el estado ya frágil de la AP.
Un escenario de "un estado" (que no debe confundirse con el concepto de un "estado binacional") no se alcanza mediante declaraciones o eventos dramáticos, sino a través de un proceso lento que ha erosionado la realidad existente en la AP por más de un cuarto de siglo.
Israel tiene un interés personal en la continua existencia del gobierno palestino, a pesar de todas sus deficiencias y la actual crisis entre las dos partes.
Esta existencia continua no solo mantiene la estabilidad en Cisjordania y ayuda a neutralizar a los terroristas liderados por Hamas (otra amenaza existencial para la AP), sino que también evita una fusión demográfica-civil entre los residentes de Cisjordania e Israel.
Este proceso comienza con la burocracia, los procedimientos y las formas, pero puede terminar, incluso si no está planeado, en la integración en el sistema político del país, lo que cambiaría profundamente su carácter.
Este no es un escenario de pesadilla destinado a frustrar el proceso de anexión, sino una dinámica que es crucial que los ciudadanos de Israel entiendan.
Israel necesita tener más diálogo sobre este asunto, que tiene el potencial de cambiar fundamentalmente la realidad estratégica en el país.
Michael Milstein es el jefe del Foro de Estudios Palestinos en el Centro Moshe Dayan en la Universidad de Tel Aviv y miembro del INSS
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