INTENTO DE LINCHAMIENTO MASIVO EN RAMALLAH CUANDO UN VEHÍCULO ISRAELÍ INGRESA ACCIDENTALMENTE
escrito por Phil Schneider
Israel es un país pequeño con vecinos hostiles dentro y fuera de él. Dentro de Israel, hay pueblos y ciudades árabes gobernados por la Autoridad Palestina. Es un organismo que recibe decenas de millones de dólares de ayuda de la Unión Europea y Estados Unidos y gasta la mayor parte en asegurarse de que se mantengan en el poder. La regla del goteo no funciona bien en la Autoridad Palestina. El exsecretario de Estado, Mike Pompeo, clasificó a la Autoridad Palestina como una cleptocracia. Esa fue una descripción muy precisa de lo que sucede bajo su gobierno.
Pero sucede más bajo la Autoridad Palestina. Cuando un conductor judío comete el error de seguir a Waze por un camino más peligroso y termina haciendo un giro equivocado en un vecindario árabe que está bajo el gobierno de la Autoridad Palestina, el resultado puede ser fatal. Esto no es una mera conjetura. Sucedió hace veinte años en la televisión en vivo en Israel y los horribles recuerdos están profundamente grabados en la conciencia de la población israelí.
Casi sucedió de nuevo. No hay manera de evitarlo. Israel nunca debe ceder el control de ninguna de sus tierras a ninguna otra entidad. De lo contrario, está poniendo a su población en peligro de muerte. Israel tiene aproximadamente el tamaño del estado de Nueva Jersey. Simplemente no hay lugar para que otra entidad cree un Estado dentro de ella, especialmente no un Estado terrorista basado en una fabricación completa de la conciencia nacional.
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