Inundaciones en París. ¿Milagro o coincidencia?

Mi Enfoque #601, Junio 3, 2016 por David Mandel

Hay gente, en todas las religiones, cuya profunda fe en Dios les hace ver la mano divina en cada accidente o evento, y, debido a que no sufren de exceso de modestia, se complacen en explicar los motivos que impulsan a Dios a actuar.

. Por ejemplo, para explicar el accidente fatal de un ómnibus que llevaba niños a un paseo, no faltaron rabinos en Israel que dijeron que era el castigo de Dios por no tener esas familiasmezuzot en las puertas de sus casas, o porque las mezuzot estaban defectuosas o borradas.

Hace unos diez años un huracán causó terribles daños en Nueva Orleans. Lideres religiosos cristianos, judíos y musulmanes explicaron que era el castigo de Dios por diversos pecados, incluyendo el aborto, la inmoralidad, y, (es verdad aunque usted no lo crea) el hecho de que gente negra no estudia la Torah.

En el año 2007 un clérigo cristiano explicó que unas inundaciones en Inglaterra eran el castigo de Dios a los homosexuales.

El evangelista Pat Robertson atribuyó el terremoto del año 2010 en Haití a que Dios los estaba castigando por haber pactado con el diablo y haberse independizado de Francia.

Un temblor en Virginia, en el año 2011, fue atribuido por un rabino a la furia de Dios contra los homosexuales.

Un pastor protestante dijo que el terremoto del 2011 en Japón se debía a que los Estados Unidos toleraban la presencia de homosexuales en el ejército americano.

Si yo tuviese esa misma fe ciega y la convicción de que conozco los motivos de Dios, diría que las inundaciones de hoy en París (el río Sena ha subido 5 metros, el museo Louvre ha sido cerrado, el tren subterráneo esta inundado) se debe a la cólera divina causada por la Conferencia de hoy en París convocada por Francia para discutir el futuro de Israel.

Confieso que mis virtudes no son suficientes para permitirme conocer la mente divina y poder explicar los motivos que impulsan a Dios a actuar. Por lo tanto, creo que es coincidencia que una inundación sin precedentes ha afectado a París el día que inauguran una conferencia a la que Israel no ha sido invitado.

Pero, tal vez, quien sabe…..