Los derechos de todos
Beatriz W. de Rittigstein Este año, el Día de Martin Luther King se celebra el 17 de enero. Es fiesta nacional en EEUU y marca el nacimiento del glorioso reverendo; todos los años se conmemora el tercer lunes de enero, pues nació el 15 de enero de 1929. Se recuerda la vida y logros de quien […]
Foto: Wikipedia – Dominio Público
Beatriz W. de Rittigstein
Este año, el Día de Martin Luther King se celebra el 17 de enero. Es fiesta nacional en EEUU y marca el nacimiento del glorioso reverendo; todos los años se conmemora el tercer lunes de enero, pues nació el 15 de enero de 1929. Se recuerda la vida y logros de quien fue el líder del movimiento por los derechos civiles de los ciudadanos afroamericanos; son ilustres sus campañas contra la discriminación racial. Él abogaba por el activismo no violento y se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz. Lamentablemente, su vida tuvo un final abrupto en 1968, cuando fue asesinado.
En la lucha por los derechos civiles en los años 60 del siglo XX, a los afroamericanos se les unieron los más insignes defensores judíos de las libertades, como el rabino Abraham Joshua Heschel. Las organizaciones judías apoyaron estas luchas reivindicativas; muchos de sus logros se deben a esta valiosa ayuda.
King fue crítico del antisemitismo; es conocida y con plena vigencia su respuesta: “Cuando la gente critica a los sionistas, quieren decir judíos. Están diciendo antisemitismo”. También se expresó en apoyo al Estado judío: “Para Israel, la paz implica seguridad y debemos apoyarla con todas nuestras fuerzas para proteger su derecho a existir, su integridad territorial y el derecho de usar cualquier vía marítima que necesite. Yo veo a Israel como uno de los puestos de avanzada de la democracia en el mundo y un maravilloso ejemplo de lo que se puede lograr, cómo una tierra desierta se puede transformar en un oasis de hermandad y democracia. Para Israel la paz significa seguridad y esa seguridad debe ser una realidad”.
Así mismo usó su voz a favor de la libertad de los judíos en la URSS: “No podemos sentarnos tranquilamente al borde del camino cuando nuestros hermanos judíos en la Unión Soviética enfrentan una posible extinción de su vida cultural y espiritual”.
Hay numerosas anécdotas de la estrecha relación entre ambas comunidades. Una especie de hermandad entre dos grupos humanos que sufrieron discriminación y persecución. Así, conocemos hermosas historias de superación personal que rompieron barreras, gracias al respaldo de judíos que los ampararon, como la del músico de jazz, Louis Amstrong, el general Colin Powell y el actor Sidney Poitier.
El músico de jazz, Louis Amstrong narró en su autobiografía la relación con la familia judía Karnofsky en su natal Nueva Orleans. En palabras de Armstrong: “Morris (uno de los hijos de esa familia) me compró una corneta de hojalata. La clase de corneta de hojalata que se usa en las fiestas”. Luego, Morris le prestó el dinero para comprar una trompeta. Ese primer regalo y la bondad del préstamo fueron los inicios del prodigioso músico. El niño Louis encontró calidez y seguridad con los Karnofsky y ello lo marcó de por vida, manifestando amor y respeto por el pueblo judío.
El año pasado falleció el general Colin Powell, quien fue asesor de seguridad nacional de Ronald Reagan, fue el primer presidente de color del Estado Mayor Conjunto y en 2001 se convirtió en el primer secretario de Estado afroamericano de la nación. Powell contó que de adolescente trabajó en una tienda en el Bronx, llamada Sickser’s, cuyo dueño era un inmigrante judío ruso que le ayudó a cambiar su vida al insistir en que debía educarse.
La semana pasada murió el actor Sidney Poitier, quien reveló que a los 16 años trabajó de lavaplatos en un restaurante en Nueva York, allí un anciano camarero judío le enseñó a leer, lo que le permitió cambiar su vida, escapar de la pobreza e ignorancia.
Sin embargo, tras el asesinato de Martin Luther King, la eficaz relación entre las comunidades judía y afroamericana se fue deteriorando. Se ha señalado que ello se debe al acercamiento con la OLP. Lo cierto es que muchos de la comunidad de color se vincularon con el islam radical, se integraron a la Nación del Islam, especialmente bajo el liderazgo de uno de los más feroces antisemitas, Louis Farrakhan, quien está ligado con la teocracia iraní. Además, en el verano de 2020, Black Lives Matter sembró el terror a lo largo de la geografía estadounidense, ensañándose con las propiedades judías: sinagogas, escuelas, negocios.
Ante estas manifestaciones de odio, debe haber un llamado de atención a fin de preservar el espíritu de la democracia, frágil frente al acoso de los extremismos. Se necesita una justicia seria, líderes convencidos de los beneficios del sistema, aceptación, moderación, respeto a las leyes y a las instituciones. Se debe rescatar la visión del Dr. King, su legado y ejemplo.
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