Las familias de la embajada de USA abandonarán Ucrania mientras Rusia refuerza las fuerzas fronterizas con misiles Iskander-M

Subrayando los temores de guerra, el Departamento de Estado ordenó el sábado 22 de enero a las familias de los diplomáticos estadounidenses que evacuaran Ucrania el lunes mientras Rusia aumentaba su fuerza fronteriza a 175.000 soldados. Se aconsejará a los civiles estadounidenses que se vayan en vuelos comerciales la próxima semana.

Alimentando las tensiones de guerra, fuentes de inteligencia occidentales informaron haber visto la transferencia de una brigada Iskander-M de las instalaciones nucleares tácticas del ejército ruso a Ucrania. Están especulando que esta arma está destinada a servir como primer ataque si Rusia lleva a cabo una invasión. Este misil, que tiene un alcance de 500 km, lleva 500 kg de explosivos, pero su ojiva también tiene capacidad nuclear. Si se dispara en el conflicto de Ucrania, marcaría el primer uso de un arma nuclear táctica en condiciones de guerra.

Además, los rusos han equipado a la brigada Iskander con transportadores-erectores-lanzadores P78-19 adicionales basados ​​​​en un chasis de camión 8 × 8 MZKT-79306, cuadruplicando efectivamente la capacidad de la brigada. Al lanzar su ofensiva con estos misiles, los rusos esperan salvar a sus bombarderos de la fuerza aérea de ser alcanzados por las baterías de defensa aérea ucranianas.

También se dice que el ejército ruso está listo para lanzar misiles de crucero Kalibr desde buques de guerra y submarinos en el Mar Báltico y el Mar Negro. Estos misiles, cuyo alcance es de 2.400 km, fueron utilizados por el ejército ruso en el conflicto sirio.

La orden de evacuación de las familias de la embajada estadounidense se produjo horas después de la entrega a Kyev del primer envío de un paquete militar estadounidense valorado en 200 millones de dólares. Las naciones bálticas de Estonia, Letonia y Lituania prometieron enviar misiles antitanques y antiaéreos de fabricación estadounidense a Ucrania.

Las conversaciones “francas y sustantivas” mantenidas el viernes en Ginebra por el secretario de Estado Antony Blinken y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, no lograron un gran avance para desactivar la crisis. Acordaron continuar el diálogo.

Sin embargo, el escenario de la guerra sigue pendiente mientras un elemento vital esté ausente de la acumulación de Rusia en Ucrania: los equipos médicos y el hospital de campaña aún no han sido enviados a la línea del frente. Su despliegue ofrecería una señal clara de que el presidente Vladimir Putin ha ordenado al ejército ruso que avance e invada Ucrania.

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