Milicias chiítas amenazan a USA e Israel en Irak

La incapacidad del gobierno central iraquí para controlar a las milicias chiítas podría descartarse como una historia colorida y espeluznante de algún lugar lejano. Desafortunadamente, no lo es.

Por JONATHAN SPYER

MUJERES SE REUNEN en el aeropuerto de Bagdad, donde el comandante de la Fuerza Quds de Irán, Qasem Soleimani, y el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, murieron en un ataque aéreo estadounidense el año pasado.

(crédito de la foto: WISSAM AL-OKAILI / REUTERS)

Una delegación iraquí de alto rango llegó a Irán esta semana, llevando un mensaje del primer ministro iraquí Mustafa al-Kadhimi al régimen iraní. La delegación, según un informe del periódico Asharq Al-Awsat, estaba encabezada por un ex director de la Oficina del Primer Ministro iraquí. Su intención era solicitar que Irán ejerciera un mayor control sobre la miríada de milicias que apoya en Irak.

La visita llega en un momento tenso para Irak . El aniversario del asesinato por parte de los EE. UU. Del comandante de la Fuerza Quds del IRGC, Qasem Soleimani, y el jefe de la milicia chiíta iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, se celebra la próxima semana, el 3 de enero. Hay rumores de una posible represalia iraní contra objetivos estadounidenses en Irak, probablemente por cumplirse por una u otra de las milicias. Estos rumores y tensiones reflejan una realidad volátil e inestable.

Kadhimi, ex disidente y periodista que posteriormente se desempeñó como comandante del Servicio de Inteligencia Nacional de Irak, es una figura pro occidental. Llegó al cargo de primer ministro a raíz de las protestas de 2019-20, y con el apoyo de los manifestantes. Sin embargo, tiene poca base política propia. El Parlamento iraquí sigue dominado por fuerzas pro iraníes. Figuras pro Irán también están presentes en el gabinete de Kadhimi.

Más importante aún, las estructuras de las milicias dirigidas por Irán constituyen un eje de poder independiente en Irak, más allá del alcance del gobierno central. Los más grandes y establecidos de ellos, Badr, Kata'ib Hezbollah, Nujaba y otros, controlan propiedades inmobiliarias, negocios, tierras, armamento y prisiones propias. Si los iraníes se niegan a frenar a sus representantes, no está claro qué estaría dispuesto a intentar Kadhimi, o incluso qué sería posible.

Ha surgido una pregunta adicional en cuanto a hasta qué punto las milicias en su totalidad están totalmente controladas por Irán en la actualidad, dada la apariencia de desacuerdos entre ellas. La sensación de que el sucesor de Soleimani en la Fuerza Quds, Esmail Ghaani, es un operador menos capaz y que disfruta de menos autoridad se suma a esta percepción, al igual que la realidad de que, como resultado de la política estadounidense de máxima presión, hay menos fondos iraníes disponibles para las milicias.

Estos últimos han tenido que depender más de su propia (considerable) capacidad para generar ingresos a partir de proyectos comerciales e industriales bajo su control, y del dinero público iraquí que se les ha puesto a su disposición debido a su doble función como órganos iraquíes legalmente constituidos en el marco de la Unidades de Movilización Popular (UGP). Sin embargo, al evaluar esto, probablemente valga la pena tener en cuenta el historial iraní pasado en el Líbano y en otros lugares de utilizar las afirmaciones de responsabilidad de organizaciones supuestamente independientes para proporcionar una negación plausible para el propio Irán.

Este problema ha llegado recientemente a un punto crítico. Un ataque significativo tuvo lugar el 20 de diciembre, cuando se disparó una ráfaga de cohetes contra la Embajada de los Estados Unidos en la Zona Verde de Bagdad. No hubo bajas estadounidenses, aunque la embajada sufrió daños materiales, al igual que el área circundante.

El ataque, en particular, fue condenado por varias de las milicias pro-Irán más prominentes, incluidas Kata'ib Hezbollah y Asa'ib Ahl al-Haq. La responsabilidad fue reivindicada por una organización que se hace llamar Saraya Thaer al Shuhada. Este es uno de los muchos nombres que han surgido recientemente, junto con Rab'Allah y otros con poca o ninguna huella previa. Pocos en Irak creen que tales formaciones sean más que convenientes conjuntos de iniciales que la Fuerza Quds y las milicias pueden usar cuando llevan a cabo acciones que, si se reclaman abiertamente, probablemente traerán represalias por parte de los estadounidenses.

Evidentemente, el GOBIERNO tampoco cree esto, y en los días posteriores al ataque, varios miembros de la milicia chií fueron arrestados bajo sospecha de participación. Entre los detenidos se encontraba un miembro de la milicia de Asa'ib Ahl al-Haq, que había condenado el ataque. Asa'ib es una fuerza pequeña pero conocida y poderosa, comandada por Qais al-Khazali. Tiene fama de criminalidad y violencia extrema, incluso para los estándares de las milicias. Asa'ib negó que su miembro hubiera estado involucrado en el ataque. Parecía inminente un enfrentamiento entre la milicia y el gobierno de Kadhimi.

La situación se intensificó cuando Kata'ib Hezbollah, la más poderosa de las milicias apoyadas por Irán, emitió un comunicado advirtiendo al primer ministro "no poner a prueba la paciencia" de la "resistencia". El portavoz de KH, Abu Ali al-Askari, agregó que era el momento adecuado para cortarle las orejas al primer ministro, "como le cortas a una cabra". La retórica de las milicias, aunque poco elegante, tiene el mérito de evitar la ambigüedad.

En los últimos días, sin embargo, las milicias parecen haber intentado bajar la temperatura. Asa'ib Ahl al-Haq anunció el domingo que el hombre arrestado había sido detenido "por un cargo criminal" y no en relación con el ataque a la embajada, que Asa'ib condenó. El portavoz del movimiento también desestimó la amenaza de Askari al primer ministro como "inapropiada".

La incapacidad del gobierno central iraquí para controlar a las milicias chiítas podría descartarse como una historia colorida y espeluznante de algún lugar lejano. Desafortunadamente, no lo es. El atrincheramiento de las milicias en Irak, y específicamente en la parte occidental del país, es de importancia directa para Israel.

A partir de ahora, las milicias están operando en el oeste de Irak, cerca de la frontera, con poca perturbación de las fuerzas de seguridad de Kadhimi.

Según Mohammed Qais, un residente de Anbar cercano a la PMU, y entrevistado a principios de este mes por el Centro de Informes y Análisis de Oriente Medio, los esfuerzos de las fuerzas iraquíes para imponer su voluntad y expulsar a las milicias de la provincia no tuvieron éxito, porque el ejército El comandante de la zona, Nasr al-Ghanem, no recibió apoyo del Ministerio de Defensa.

Según Qais, “en el Ministerio de Defensa iraquí, no hay nadie que pueda obtener un rango más alto sin la aprobación iraní. Ghanem es sunita y es de Anbar ... Eso lo ha convertido en enemigos ". Añadió que "las milicias delegadas controlan [en Anbar] cada movimiento y cada rama de la vida, como la inversión, la agricultura, la seguridad".

Portavoz de las FDI, General de Brigada. Hidai Zilberman le dijo al sitio web Saudi Elaph esta semana que Israel espera que un ataque iraní en respuesta a los recientes asesinatos de iraníes de alto rango probablemente provenga de Yemen o de Irak. En el caso de este último, el control de las milicias de franjas de tierra en Anbar y en otras partes del oeste de Irak ha permitido a los iraníes desplegar misiles Zelzal, Fateh-110 y Zolfaqar en estas áreas, según varios estudios.

Desafortunadamente, a menos que un líder iraquí esté preparado para enfrentar realmente a las milicias, con la amenaza de la fuerza detrás de él, es difícil ver cómo se puede cambiar esta situación. Noori, un individuo cercano a las milicias de los "Santuarios" alineados con el ayatolá Ali al-Sistani (que no apoya a Irán) dijo a MECRA en una entrevista este mes: "Cualquier intento de chocar directamente con estas milicias y eliminarlas por parte del ejército iraquí o cualquier otro unidad sería un suicidio para todos. Llevaría a Irak a una situación como la del Líbano en 1975 ".

Bien puede ser así. Pero también se da el caso de que cualquier intento de construir un estado iraquí libre de la dominación iraní de facto sin tal enfrentamiento seguramente estará condenado al fracaso. Es poco probable que las delegaciones enviadas a Teherán para defender el caso tengan el efecto deseado.

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