El rey español llama a combatir el odio y la intolerancia desde Jerusalén
BARCELONA (Sputnik) — El rey español, Felipe VI, llamó a la comunidad internacional a combatir el odio y la intolerancia para que no se repitan tragedias como la del Holocausto, con motivo de su visita a Jerusalén (Israel) para conmemorar los 75 años de la liberación de los prisioneros del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
"Estamos aquí para mostrar nuestro compromiso inquebrantable de llevar a cabo todos los esfuerzos necesarios de nuestros respectivos países para combatir la intolerancia ignorante, el odio y la falta total de empatía humana que permitió y dio origen al Holocausto" aseguró el monarca en una cena con mandatarios internacionales en Jerusalén, según comunicó la Casa Real española.
Felipe asistió junto a una treintena de dirigentes internacionales a la cena de gala ofrecida el 22 de enero por el presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, con motivo del "International Leaders Forum".
A la cena asistieron, entre otros, el presidente francés, Emmanuel Macron, el argentino, Alberto Fernández, y el primer ministro israelí en funciones, Benjamin Netanyahu, así como la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nanci Pelosi.
"Prevenir esas enfermedades civilizacionales es una responsabilidad colectiva pero también individual", trasladó el rey al resto de dirigentes, y añadió: "No hay lugar para la indiferencia ante la presencia de racismo, xenofobia, discurso de odio y antisemitismo".
En su discurso, Felipe VI dijo que "olvidar el Holocausto" sería "extremadamente peligroso", además de significar un deshonor a las víctimas del genocidio que cumple 75 años, aunque alertó que el recuerdo "no es suficiente", sino que se debe actuar contra todo tipo de discriminaciones.
El rey advirtió que la "barbarie" puede crecer en cualquier contexto, incluso en medio de tecnología y culturas avanzadas, por lo que pidió dejar de "mirar para otro lado" y "perseverar" en la implementación de los derechos humanos.
En el marco de su visita a Jerusalén, Felipe VI mantuvo encuentros con el presidente de Israel y con el presidente de la Federación de Comunidades Judías, Isaac Qerub.
Auschwitz-Birkenau, el campo más grande de concentración nazi, situado cerca de la ciudad polaca de Cracovia, se convirtió en uno de los principales símbolos del Holocausto, de 1941 a 1945 murieron allí cerca de 1,1 millones de personas, un millón de ellos judíos.
El Ejército Rojo liberó a los prisioneros del campo el 27 de enero de 1945 y en 1947 se creó un museo en su lugar.
En 1979, la Unesco incluyó Auschwitz-Birkenau en la lista del Patrimonio Mundial.
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