Pompeo visita Israel el día en que jura su nuevo gobierno
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, realizará una breve visita a Israel el 13 de mayo, poniendo fin a una pausa en sus viajes internacionales debido al coronavirus. Se reunirá tanto con el primer ministro Binyamin Netanyahu, un viejo amigo, como con Benny Gantz, el nuevo "primer ministro alternativo", el día en que la pareja asuma el cargo como jefes conjuntos de un gobierno nacional de unidad. La visita es claramente un gesto de apoyo de Estados Unidos. El primer funcionario extranjero de alto rango que visite Israel desde el brote de coronavirus, al igual que sus anfitriones, primero será examinado para detectar el virus, usará gestos enmascarados y frenéticos.
Se espera que Pompeo hable sobre la reactivación del plan de paz en el Medio Oriente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las "acciones malignas" de Irán en la región y la cooperación en la lucha contra la pandemia del covid-19. Al hacerlo, indudablemente tendrá una primera mirada curiosa a la nueva alineación de Israel, dicen las fuentes de DEBKAfile, e informará a la Casa Blanca sobre sus impresiones. Por primera vez en el largo reinado de Netanyahu, su gobierno no estará compuesto exclusivamente por ministros de derecha o religiosos; algunos como Gantz, son centristas o de centro izquierda como algunos miembros de su partido y un par de miembros laboristas.
El visitante sin duda intentará averiguar si Netanyahu tiene la intención de anunciar la anexión de áreas de Judea, Samaria y el Valle del Jordán tan pronto como el 1 de julio, según lo permitido por el plan de paz de Trump y el acuerdo de coalición con Gantz. El plan de paz también ofrece a los palestinos un estado independiente a través del desmilitarizado, lo que ha planteado objeciones al cumplimiento de Netanyahu en los círculos nacionalistas a la derecha del nuevo gobierno.
El acuerdo de coalición estipula que Israel debe tener en cuenta la estabilidad regional y los acuerdos de paz existentes al avanzar con la anexión. Egipto y Jordania, las dos únicas naciones árabes que han firmado acuerdos de paz con Israel, han expresado fuertes objeciones al paso junto con otros líderes árabes. Ambos han desarrollado una importante interdependencia de seguridad con Israel y pueden contentarse con una retórica fuerte.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, no lo hará. Ha presentado ante el ejecutivo de la OLP un plan radical. Quiere apoyo para su decisión de disolver la disolución de la Autoridad Palestina si el gobierno de Netanyahu-Gantz anexiona una pulgada de Cisjordania. Al disolver la AP, Abbas intenta llevar a Israel a la administración y atender todas las necesidades cívicas de dos millones de palestinos del territorio: salud, agua, economía, empleos, etc.
Depende de Netanyahu decidir si optar por lo que muchos de sus partidarios ven como una oportunidad única para establecer la soberanía israelí en el corazón de la historia judía, o decidir que las consecuencias internacionales son un precio demasiado alto para pagar y esperar otra oportunidad.
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