Uriel Benita, el voluntario peruano que detalló en primera persona el trabajo de los voluntarios en la frontera de Polonia y Ucrania
El joven pertenece a una organización israelí que realiza ayuda humanitaria en época de guerra
Uriel fue uno de los primeros voluntarios en la frontera de Ucrania y Polonia. Foto: gentileza Uriel Benita
En compañía de otros voluntarios de América, Israel y Europa, Uriel Benita dialogó con AURORA de lo que fue su experiencia como voluntario de guerra en la frontera polaco-ucraniana. Ya de nuevo en Israel, el peruano se abrió y detalló lo que sucede en primera persona.
“Hoy es mi último día, ya mañana me voy a Israel de nuevo. Mañana vienen otros voluntarios a reemplazarnos. Somos el primer grupo y dejamos asentadas las bases para que todos los que vengan sepan bien qué hacer y cómo”.
Foto: gentileza Uriel Benita
De esta manera, Uriel explicó las actividades realizaron los días que estuvieron radicados cerca de Lviv. Sin escuchar ningún estruendo o bomba cerca, él y sus compañeros realizaron diferentes cosas con los chicos, adolescentes y adultos refugiados.
“Entre las actividades que realizamos, miramos películas, jugamos al fútbol, ayudamos a los más necesitados y compramos las cosas básicas de todos los días”. Así se explayó Benita en base a las tareas fijas para entretener y ayudar de forma constante a las personas que escaparon de Ucrania.
“Yo era como una especie de líder porque me encargué de toda la logística. También contamos con rusos e israelíes que hacían de traductores para que la comunicación sea lo más fácil posible. Con los niños era lenguaje de señas”.
Foto: gentileza Uriel Benita
Varios fueron los días que atravesaron y también varios los viajes que hacían en camiones y autos al mall cercano para el abastecimiento diario. Tanto el incaico como sus colegas se aseguraban día a día que lo planificado por la mañana salga perfecto y, a la noche, armar el diagrama del día siguiente.
“Fue mi primera experiencia de guerra y la verdad que lo que se vive es muy diferente a cómo te lo cuentan. Nosotros llegamos sin un día de regreso fijo, pero lo haría nuevamente si llegara a suceder lo mismo”. De corazón puro, la solidaridad y ayuda humanitaria de su organización y otras que dijeron presente se notó en cada minuto que vivió en el refugio fronterizo.
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