¿Por qué a algunas personas les cuesta menos casarse que a otras?.
por Liz Wallenstein
La ciencia detrás de algunas de nuestras elecciones de pareja.
¿Hay alguna diferencia entre tú y la persona que encontró a su compañero o compañera de vida con relativa facilidad? ¡Lo más probable es que sí!
Puede tratarse de tu estilo de apego. Muchos estudios psicológicos demostraron que en la infancia desarrollamos un estilo de apego basado en la dinámica de la relación con nuestro cuidador principal. Eso lo llevamos con nosotros a la adultez y afecta cómo somos en las relaciones.
Las personas que se "apegan" fácilmente (entran en relaciones seguras rápidamente y sin muchos problemas), por lo general tienen lo que se llama un apego seguro. El apego seguro viene de tener padres que, básicamente, estuvieron en sintonía con ellos, entendieron sus necesidades y respondieron con exactitud por lo menos la mitad del tiempo. Esto le da al bebé la libertad de convertirse en su propia persona.
Como adultos, quienes tienen un apego seguro tienden a confiar en que las cosas resultarán bien, que el mundo es básicamente justo, que ellos son poderosos e influyen sobre sus propias vidas. Es menos probable que se queden atorados por miedos e inseguridades.
Debido a su seguridad, ellos disfrutan de la pareja en vez de necesitarla. Ya que los seguros necesitan menos, pueden ser felices con más. Por eso es probable que se casen más rápido y con mayor facilidad. Esta es también la razón por la que parece más difícil encontrar a alguien a medida que te haces mayor, porque los seguros ya están en pareja.
De acuerdo con el Dr. Amir Levine, investigador sobre el apego, hoy en día las personas con un apego seguro constituyen como mucho el 50% de la población, probablemente menos. Todos los demás se encuentran dentro de otras tres categorías que son consideradas "inseguras". Ellos encuentran obstáculos para llegar a desarrollar un vínculo sano con otro individuo.
Apego ansioso o preocupado
Una de las clases de apego es el apego ansioso o preocupado. Sus padres fueron inconsistentes o ambivalentes al responder a sus necesidades cuando eran bebés. A veces estaban en sintonía con su hijo y a veces no. No necesariamente porque fueran malos padres, sino por sus propios defectos o por las circunstancias de sus vidas durante ese período. Debido a esta inconsistencia, el niño desarrolla ansiedad porque no está seguro si recibirá lo que necesita.
El adulto con este estilo de apego está constantemente preocupado con "¿Estoy bien?". Están metidos dentro de su propia cabeza. Constantemente analizan la respuesta que reciben de los demás y se ven muy afectados por su percepción del nivel de interés de la otra persona. Esto puede causar que se vuelvan dependientes u obsesivos con una relación y que necesiten constantemente la confirmación de su pareja. Su preocupación, dependencia y el drama que eso puede llegar a crear, puede interferir en su camino para encontrar una relación estable.
El evitativo
Otra clase de apego es el evitativo. Cuando era un bebé, los padres del evitativo no respondieron a lo que su hijo necesitaba o, la mayor parte del tiempo, resintieron que tuviera necesidades. El padre no estaba suficientemente en sintonía con su hijo. Como resultado, el bebé desarrolla una reacción de "no te necesito", porque se siente rechazado y sabe que sus necesidades no importan.
Como adulto, el evitativo puede presentarse como desconectado, adormecido o distante. A menudo se identifican a sí mismos como independientes o solitarios. Se aferran a una mentalidad de "de todas formas, no los necesito". A quien tiene un apego evitativo, la intimidad lo hace sentir incómodo y el apego lo hace sentir débil, lo que provoca que le resulte difícil llegar a una relación duradera. Para ellos es especialmente importante mantener su independencia, aunque hay una parte de ellos que quiere más, por lo que a menudo se presentan como relaciones variables, un día están totalmente comprometidos y al día siguiente distantes o desinteresados.
Apego desorganizado
La tercer clase de apego inseguro, y el menos común, es el apego desorganizado, a veces llamado apego ansioso-evitativo, porque en esencia combina ambos estilos. Esta clase de apego por lo general se desarrolla entre las personas que experimentaron abuso durante su infancia. Los niños tienen un impulso biológico a buscar consuelo en sus padres, pero este niño también teme a su padres porque cuando acudió a ellos en el pasado le gritaron, abusaron de él o lo amenazaron repetidamente. Este conflicto de sentimientos de acercamiento y distanciamiento provoca un bloqueo y sus sentidos se agobian. Como adulto, quien tiene un apego desorganizado carece de la presencia, la paz y la confianza necesarias para asegurar una relación sana.
La psicología popular da la impresión de que perteneces a una de estas clases, pero en realidad tenemos aspectos de todas, con una clase predominante. Tu estilo de apego también puede volverse más o menos pronunciado de acuerdo con la persona con quien estás. Una pareja tiene la habilidad de activar tu respuesta de apego o calmarla.
Lamentablemente, las personas con un estilo de apego inseguro a menudo confunden la intensidad de la emociones que resultan cuando se activa una respuesta de apego no sano, con el sentimiento de estar enamorado. Por esta razón, quienes son evitativos y ansiosos a menudo se ven atraídos entre ellos y no por alguien con la clase de apego seguro. Los altibajos de sus necesidades en conflicto hacen que la relación se sienta "viva", mientras que la estabilidad y consistencia de su experiencia con alguien de apego seguro puede resultarles aburrida. El drama parece ser "bueno", mientras que la calma les hace pensar que falta algo. Esto puede generar una soltería prologada o una complicada historia de relaciones.
En definitiva, es mejor elegir a alguien que pueda tener paciencia con tu estilo de apego y superarlo relativamente fácil, antes que con alguien cuyo estilo provoque que se dispare tu propio estilo. ¡Vale la pena que los inseguros aprendan a sentirse atraídos a la estabilidad y la "simpleza" de un seguro!
¿Quiere decir que estás condenado a la soltería y el sufrimiento si tienes un apego inseguro? No necesariamente. El eje del sistema de citas judío tradicional es salir con intención. En vez de dejar que los sentimiento dominen, se empieza por decidir racionalmente si esa persona tiene las cualidades que tú quieres que tenga tu pareja y evalúas cómo te trata antes de permitirte involucrarte emocionalmente.
Además, los estilos de apego deben verse en un continuo. Cada persona posee diferentes grados de apego y se mueve hacia arriba y hacia abajo dentro de su estilo. Si puedes identificar tu estilo, reconoce cuando se dispara tu respuesta de apego y aprende a trabajar con ella. Progresivamente puedes pasar de ser inseguro a más seguro, incrementando de esta manera tus opciones de relaciones.
Algunos ejemplos de cómo puedes ayudarte a ti mismo:
Quienes tienen un apego ansioso necesitan técnicas para calmarse cuando su estilo de apego se ha disparado. Ejercicios de relación para bajar la ansiedad, técnicas de mindfulness para sacar los pensamientos de su cabeza e identificar a personas seguras a quienes pueden acudir para que los ayuden a calmarse y ver otras perspectivas en vez de confrontar de inmediato a su pareja, pueden ayudarles a volverse más seguros.
Aquellos con un apego evitativo necesitan ayuda para que les resulte seguro experimentar sus emocionen y bajar sus defensas. La terapia puede ser útil para esto. Probablemente también querrás mantener una sana distancia con tu terapeuta y puede ser muy útil trabajar sobre eso en las sesiones. Aprender a sintonizarte con tu cuerpo, identificar las sensaciones en tu cuerpo y tomarte el tiempo para ver qué emoción representan, también puede ayudarte a tener más consciencia emocional.
Para aquellos con apego desorganizado, la terapia para trauma puede ser útil para ayudarlos a sentirse seguros y deshacerse de la respuesta de bloqueo. Para quienes sienten que la terapia hablada es demasiado amenazante, puede ser útil una terapia llamada EMDR.
En conclusión, no hay necesidad de juzgar tu clase de apego y sí es posible econtrar pareja y casarse a pesar de no tener un estilo de apego seguro. Pero mientras más responsabilidad tomes por tu clase de apego y cuanto más trabajes para lograr un apego seguro y ver lo atractivo que puede ser una dinámica segura, más opciones tendrás y más fácil será para ti.
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